Tuesday, June 19, 2012

Savoir faire


En una comida de trabajo, comentaba un señor que su amigo empresario tenía dificultades para encontrar a personas que quisieran trabajar en su nueva planta, dado que había que hacer turnos y algunos eran de tarde y otros de noche. Comentaba el amigo del empresario que el pobre hombre no encontraba a gente que quisiera trabajar para sus turnos de noche y que por ello llevaba meses demorando la apertura de la fábrica.
—El problema de este país, lo sabemos todos — dijo el amigo del empresario que todo lo sabía—, es que la gente no quiere trabajar, prefieren apurar el subsidio de desempleo que firmar un contrato.
Después de sufrir algunos comentarios desganados, gastados y nauseabundos sobre la crisis, pregunté:
— ¿Y cuál es el sueldo de este turno de noche?
El amigo del empresario no lo sabía.
— Pues es un dato importante de saber —dije—, que una cosa es querer trabajar, y otra admitir con un sueldo de mierda que en este país ya no somos trabajadores, sino esclavos.

Después recibí la habitual amonestación por decir tacos, que mira que la gente tiene razón, que con elegancia y savoir faire, tienes más posibilidad de ganar las causas.
¡Bah! Y a mí qué me importa. ¡Que me echen ya! En un par de años, a este ritmo, estaré cobrando la mitad de por lo que me contrataron.

Saturday, June 16, 2012

El chivato


Lo aprendes de pequeña, al tiempo que aprendes que si un hombre mayor te mete mano, es mejor callarlo, pues de saberlo los demás, quien sufrirá la marca serás tú, y además ya no podrás salir con ninguno de los chicos que te gusta.

Es cuando descubres lo cobarde que eres.

Ese niño en clase abre la cartera de otro niño y le roba el bocadillo. Tú lo ves, vas a decir algo, y el niño te mira y te hace un gesto cómplice de silencio. No sabes aún que exista la maldad y te quedas helada, sin saber cómo reaccionar. De algún modo sabes que si te chivas, vas a sufrir las consecuencias.


Tuesday, June 12, 2012

La ropa


foto sin carne ;-P extraída de un catálogo cualquiera.









Nada, no hay modo. Incluso ahora que sé que de talla soy una 90 y que debo encargar que me traigan una copa B, no hay día sin incomodidad.
En cuanto puedo, hago el truco y me lo escondo en el bolso.

Ahora, qué placer, llegar a casa y quitármelo todo, ¡Todo! ¡Bendita desnudez! No puedo comprender las gentes que, aún a solas en casa, escogen ir vestidas y calzadas. Aunque cada uno, es mundo. ¡Respeto! Pero es como lo del pijama. Sí, ya sé que da algo de dentera/asco pensar ahora en un pijama. Yo, además, lo asocio con estar enferma…


Saturday, June 09, 2012

La fábula de la serpiente


Los invertebrados son perfectos. Por eso no necesitan de la lógica ni de la ética para defenderse del propio ego y del de los demás.

Siendo así, Eva, al aceptar la tentación de la serpiente, cayó en el rechazo a convertirse en ser humano y escogió la inocencia. El dios de los hombres, cualquiera de los dioses de los hombres, fue entonces inventado, para defender al macho de la perfecta inocencia de la mujer, con fábulas e injurias que aún en tan avanzado (y aleatorio) año como el 2012 tenemos que escuchar de labios de seres imperfectos y envidiosos, como son los hombres en el poder y su satélite de ignorantes, deformes y babosos machos ibéricos que, incapaces de seducir y satisfacer la inocente perfección de una mujer, en lugar de visitar países vecinos, aprender sus artes amatorias y, ya de paso, estudiar otras lenguas y abrir sus mentes, escogen el enquistamiento de su limitada inteligencia y producen y aplican leyes obtusas contra el progreso y la emancipación de los individuos, para garantizar a su tribu un año más de poder y de acumulación de dinero y asegurarse así que una mujer (de cierta calaña, no precisamente una Eva) acepte la humillación o pueda ser obligada a estar sexualmente a su servicio.

Monday, June 04, 2012

Discothèque


Ya sé que podemos construir motores, ir a la luna, tirarnos en paracaídas y, si se tercia, cagar tres veces al día. Pero lo que más me maravilla es poder bailar. Quizás porque eso sí puedo hacerlo, quizás porque tengo brazos y piernas y buenas caderas. Aunque recuerdo un video en el que un chaval en silla de ruedas se pegaba un breakdance impresionante.

Pues eso, que cuando me decido a ir a la macrodisco a sudar con la música de moda, resulta que la han cerrado. Tendré que buscar alternativa, aunque tenga que desplazarme lejos. Lo que está claro es que a mí no me vuelven a enredar para ir a una boîte de carrozones a hacer ver que se baila con los Stones y Alaska.

Que no, coño, que yo quiero bailar de verdad. Bailar con un DJ que sepa mezclar vinilos y lleve cascos y ritmo, ¡mucho ritmo!, rollo Carl Cox, por nombrar un clásico. You know - Daaaaaaaaaancing!!! ¡Hasta sudarlo todo!

Mientras tanto, me disfrazo lo mismo y reviento la habitación.