Thursday, August 25, 2011

Frivolidad

Humor gráfico cortesía de Tute
http://www.tutelandia.com.ar/
Me doy aires de frívola: cuando el ambiente está cargado de intelectualidad y/o pesimismo y comienzo a bostezar (otros me siguen) encuentro, por ejemplo, el modo de mencionar lo mucho que me cuesta localizar un sujetador cuando lo necesito, puesto que me los quito si pensar y los dejo, qué sé yo, en el revistero del lavabo, detrás de un ampli, sobre los diccionarios o colgados con la bolsa del pan.

O suelto una risa irreverente sin venir a cuento de nada y me desnudo sin más.

O explico que lo que más odiaba de pequeña eran los supositorios, los guisantes, la ropa de mi prima Clara.

Lo que sea por cambiar de tema y que todo el mundo comparta anécdotas.

Si ninguna de mis distracciones funciona, ataco a quien esté hablando con preguntas impertinentes, justificadas, pues toda información que no sea interacción me jode la cena (no estamos en el cole, ¡joder! Aunque en el cole también hacía preguntas impertinentes y justificadas), que si quiero saber cosas, ya leeré.

Sé que en verdad esto no es la frivolidad, que sólo soy una aprendiza. La frivolidad auténtica se me antoja como algo mucho más importante.

Sin embargo, recurro a diccionarios y veo que a nadie le interesa demasiado definir eso que a mí me parece tan esencial. La RAE no se esfuerza:

(Del lat. frivŏlus).
1. adj. Ligero, veleidoso, insustancial. U. t. c. s.
2. adj. Se dice de los espectáculos ligeros y sensuales, de sus textos, canciones y bailes, y de las personas que los interpretan.
3. adj. Dicho de una publicación: Que trata temas ligeros, con predominio de lo sensual.

Consulto el Petit Robert y el Cambridge y por los ejemplos y definiciones (bastante más elaborados) comienzo a comprender que lo de la frivolidad es un estado subjetivo, que depende del punto de mira, puesto que supone ir en contra de la etiqueta de comportamiento del momento. Ambos diccionarios ofrecen como antónimo: serio/grave. Lo cual lleva a la reflexión: antónimo de serio/grave, ¿divertido?

Esta mañana, a punto de un parto de sangre mensual y después de leer un artículo sobre la importancia de ver más televisión para sentirte conectado a tus congéneres (no que yo sospeche tenerlos), le he dado al zap (es lo que tienen las vacaciones en casa).

El azar ha querido (creo que por culpa del Madrid de ayer —sirva este paréntesis como elipsis de lo que pienso estos días sobre nuestros personajes públicos) que aterrizara en la 5, en un terrible cacareo deforme titulado el Programa del Verano, donde me han hecho partícipe de querellas y reconciliaciones entre personajes que hasta el momento desconocía pero que pronto he adivinado (la profundidad emocional de todo culebrón consigue que inmediatamente te enganches), que son colaboradores habituales en Sálvame, con participación en La Noria, programas por cierto que no he visto aún, y no por falta de curiosidad, creo que no han encontrado la franja horaria con la que capturarme.

Porque mi curiosidad ha sido tan grande, que he visitado la página web de tele5 para ver qué se cocía y he averiguado que sus programas insignia reciben estos nombres (para nada frívolos):


Adopta un famoso
Boing
De buena ley
Enemigos Íntimos
El programa de Ana Rosa
España sin ir más lejos
GH
La Noria
Más allá de la vida
Mujeres y hombres y viceversa
Novios y residentes en Malaguita
Qué tiempo tan feliz
Palomitas
Pasapalabra
Sálvame
Supervivientes
Tú sí que vales
Vuélveme loca


Y también que los destacados del momento eran:

ÚLTIMA HORA:
La policía denuncia amenazas de muerte tras su intervención en la JMJ 
EN DIRECTO:
Elena confía en Dosel y le deja como pretendiente. Síguelo en 'Mujeres y Hombres y Viceversa'

Nada frívolos, tampoco.

Por tanto concluyo que, felizmente, la frívola (que no banal) soy yo.

Tuesday, August 23, 2011

Cruz de Malta: Desiree


Creo que el truco era poner el tenedor junto al cuchillo. No, no, así no. Así, del revés. ¿Ves? Luego el resto casi se coloca solo… Una cree que se puede ser abstracta, pero necesitas toda la información. Hay que abstenerse hasta que se sabe, así no haces el ridículo. Claro que así tampoco llegas a hablar ningun idioma…
 

No sirve de nada una cubertería completa si no sabes disponer los juegos sobre la mesa. Y saber usarlos. Aunque a veces lo pueda parecer, el cuchillo del postre no es el de la mantequilla. Y ya está. Lo más difícil es siempre comenzar. No le des más vueltas.


Monday, August 22, 2011

Recesión (más música, por favor)


El multimillonario Buffett se alza una vez más en defensa de impuestos más altos para los ricos. No es un especulador, a diferencia de otros, es negociante y señala que los que hacen dinero con dinero pagan menos de la mitad que aquellos que trabajan para obtener dinero.

Leo estos días al deliciosamente satírico Stephen Fry en la colección “Paperweight” (1992, Mandarin Paperback). En las reproducciones radiofónicas, bajo el personaje del profesor Donald Trefusis y en la que lleva por título “Trefusis goes North”, el profesor reflexiona entre las diferencias Norte/Sur en Reino Unido. Cito: “Vemos al Sur de Bretaña demostrar que se pueden hacer fortunas haciendo dinero del dinero y ofreciendo servicios mientras en el Norte aún intentan hacer cosas”.

Por otro lado,  la noticia de que las noches de las fiestas de Gracia se programarán con magia, teatro y otras actividades así de excitantes en detrimento de la música, para que los vecinos puedan dormir, me acongoja. La idea de que lo más importante en las fiestas de un pueblo sea el descanso de los vecinos, es perversa. Existen miles de situaciones molestas e inevitables para los vecinos de Gracia todo el año y es por esas cosas que me fui. Si esa semana molesta tanto, siempre hay la opción largarse unos días a otro lugar, o cambiarse el piso con quien le apetezca ir a disfrutar. ¿O se queja de que pasen los trenes aquel que se fue a vivir junto a la estación?

Si bien tampoco es que la música sea tan fantásticamente buena como para mantenerla, una fiesta sin música… ¿Una tertulia?

Bastante sufrimos ya la mala leche de los que nunca bailan.


Monday, August 08, 2011

Los niños de mañana

Nos sentamos en el banco de las parejas, al fondo del lago. Le digo: “Y por las noches, si la bruja ve desde su barca una pareja en este banco, les lanza una maldición. La pobre sale cada noche de su torreón y canta para que llegue un amante. Pero su canto no puede atravesar el ruido de la autopista.”
“Hay que tener cuidado con las maldiciones”, dice Paula, “la gente tenemos más poder del que nos pensamos y no sabemos controlarlo”.
“Es sólo un cuento” digo yo.
“Deberías escribir cuentos. Los niños del mañana necesitarán cuentos bonitos”.


De regreso, al pasar por la torre del tiempo y observar que se detuvo el 7 de octubre de 1910, le digo:
“Y aquí cayó un rayo el 7 de octubre de 1910, por eso se paró el reloj, pero los barómetros sí que funcionan, los restauraron el año pasado”.
Mientras la miramos a contraluz, no estoy muy segura de si lo del rayo también me lo he inventado.


Wednesday, August 03, 2011

Ensueño de tarde sobre un barco en un ancho río

A ver, ¿Cuál es tu excusa esta vez?

No hay excusa, llamó Liam y de paso hablé con Carol. Ah, y después tenía que llamar a Teresa. Y luego tenía sed y me abrí una cerveza.

¿Entonces?

Entonces nada, vacié la cámara y me puse a mirar las fotos. Algunas son muy buenas.

¿Y después?

Pues me entró el gusanillo y me puse un rato a tocar el bajo. Y luego me moría de calor, que es verano de golpe, y me fui a la playa, me bañé y ahora ya es tarde y voy a hacer la cena.

O sea, una tarde que tienes libre y tampoco te pones. Estoy esperando a ver qué pasa en Viladroc.

Me da lo mismo. Estoy cansada. No estoy para ponerme. Durante la noche, todas las ideas y tal. Y luego camino del trabajo las estructuro y pienso, guay, lo tengo. Vale. Pero luego, a solas delante del ordenador, después de todo el día trabajando, ¡Lo que necesito es fiesta!

Tendrás que hacer como en la leyenda de Millás, levantarte a las cinco de la mañana.

Al carajo Millás. ¡Qué tipo más sombrío! No me extraña, ¡a las 5 a.m.! ¡Hay que tener ganas! Escribirá muy bien, pero ni pizca de emoción. Es como Joyce, con la diferencia de que el inglés es más colorido y, ya sólo por el sonido, mola. No tengo ganas. Y además, tampoco tengo talento. Lo reconozco. Lo acepto. Prefiero ser feliz y estar buena, por dentro y por fuera. Escribir es solitario y mi vanidad la satisfacen las risas a lo largo del día y bueno, que mi culo y mis pechos no se hayan caído ya a estas alturas... Requiere un curro. La idea de un marido que me mantuviera nunca me fascinó. No tengo herencia , soy obrera, etcétera. Y ahora largo, conciencia amargada, se supone que estás de mi lado. ¿No sientes el embrujo de Dick de Graaf en este ensueño de tarde sobre un barco en un ancho río? Déjanos a mí y al jazz con la copa de vino, que la cena no se cocina sola y está mucho más buena cuando le puse el alma.