Tuesday, September 05, 2017

David Lindup (Cibernéticos - 4)

Sonaba un tema jazz, ligero y festivo, mientras atravesaba el bar. El suelo estaba recubierto con una moqueta espesa a rayas rojas y amarillas y las butacas y sofás, de eskay rojo, estaban todas ocupadas por parejas o grupos de amigos que bebían cócteles de colores y fumaban. Se sentó en un taburete que quedaba libre en la barra y esperó.
¿Qué será? —preguntó el barman.
Desearía alguna sugerencia...
Dicen que el mar puede moverse pronto. Yo tomaría algo suave. ¿Una copa de champán?
Le pareció una magnífica idea.
Observó como el barman buscaba en la nevera y más allá, por el ojo de buey, el mar de un azul compacto y las gaviotas que lo sobrevolaban. Estaban cerca de la costa, pero aún quedaban un par de horas para llegar a puerto.


Sunday, September 03, 2017

El túnel (Cibernéticos - 3)


Una mujer habló a su lado. Al principio creía que hablaba por teléfono. El tren se había quedado casi vacío al pasar por la capital, con el olor de desodorantes activados por el calor. Su memoria añadía la oscura fragancia del carbón que aún se agarraba a los muros del túnel cuando los vagones tenían ventanillas que se podían abrir. Fue entonces, al mirar por la ventana y ver su propio reflejo que se dio cuenta de que la mujer de al lado estaba casi encima de ella, tratando de decirle algo, algo que había caído al suelo, la funda de sus gafas de sol. La recogió, dio las gracias a la mujer, bajó la mochila del portaequipajes, la puso en el asiento de enfrente y guardó las gafas. Creyó que no iba a ser necesario volver a subirla y aprovechó que estaba de pie para cambiar de ubicación. Apoyó la espalda en la mochila. Tenía mucho sueño. Salieron del túnel. Vio montañas, nubes, ríos de autopistas. Y se quedó dormida.