Wednesday, March 30, 2011

Cosas de la abuela

Ya no queda ninguno de nuestros abuelos. Durante el proceso, hemos ido heredando objetos y ahora somos guardianes de parte de sus recuerdos. Colecciones de llaveros. Una bandeja de cobre de Marruecos. Un puf de cuero. Un cuenco de cerámica y una jarra de barro. Siete fotografías por las que tuvimos que pelear. Las postales que les mandamos en nuestros viajes adolescentes. Un dominó. Y luego cosas útiles: un molinillo de café, un cascador de nueces, la cafetera que nos acompaña todas las mañanas.

Dices que tú, como hace tanto que no les veías, no sientes esta desorientación, aunque no sé muy bien qué nombre darle a este vértigo, un alejarse de algo importante, algo con mucha base, algo así como la tierra bajo mis pies.

Monday, March 21, 2011

Hello

http://www.youtube.com/watch?v=kK42LZqO0wA
Sí, dan ganas de irse. O de quedarse, pero que se vayan los demás

¿Y qué es la vida? Tan luminosa, tan terrífica.

Vivimos en la duda, en el miedo. Toleramos lo insoportable. Soñamos mundos de fantasía. Y si no podemos soñarlos, los substituimos.

No entendemos porqué hay personas que nunca salen de su espiral sin destino. Ni siquiera cuando esa persona somos nosotros. Y cuando decimos comprender, en verdad sólo queremos que termine rápido.
 
La vida es una fiesta. ¿Por qué no podemos vivir la vida como una fiesta? ¿Por qué ensuciarlo todo, malgastar las oportunidades, cerrarnos al amor, desear lo que no tenemos, adquirir lo que no queremos? 

¿Podríamos vivir con restricción eléctrica a cambio de prescindir de las nucleares?
¿Podríamos usar la justicia para distribuir el trabajo y terminar con las guerras, el terrorismo?
¿Podríamos usar un arma en defensa propia?
¿Estamos preparados para vivir sin sufrimiento?

He visto el reproche “claro, tu eres de otra manera, tú no sufres” de una mujer a un hombre. ¿Y quién es nadie para juzgar los esfuerzos que otra persona haya hecho para finalmente dejar de sufrir? ¿Es que nos dan puntos por sufrir? ¿Nos ganamos el cielo, la eternidad, las vírgenes putas, una entrada en la enciclopedia?

Nos acostamos con la esperanza de despertar.

Y cuando la risa, el delirio, explota en los niños al bailar, sabes que todo podría ser mucho más simple y maravilloso.


Wednesday, March 16, 2011

Quedan trece

En serio, sólo quiero (como si lo que yo quisiera tuviera alguna fuerza) que los 13 que quedan en el país salgan inmediatamente y no tengamos que lamentar exposiciones a la radiación. Me parece muy bien la disciplina japonesa del “no ofender” a los demás con la energía negativa de la preocupación, pero ahora mismo es lo mismo que mentir.

De hecho, es igual de peligroso que lo fue Chernobyl, que lo fue para todos, por mucho que nos quieran convencer y nos hagamos los convencidos. ¿O cómo creéis que llegó tanto cáncer en tropel, justo un año después? ¿Del tabaco?
¿De tomar el sol?

En fin, las teorías lógicas, como la observación de la naturaleza, no gozan de credibilidad alguna. Las llaman conspiraciones. Nosotros mismos, para no agobiarnos, las metemos en el mismo saco que las supersticiones y nos quedamos tan panchos.

Algunos estudiantes se resisten a hacer trámites, colas e incomodidades sólo porque desde aquí estamos “preocupados”, cuando allí se vive la vida con perfecta normalidad. Quizás es cierto y los medios son alarmistas, quizás mientras estamos pendientes de la fuga radioactiva nos olvidamos un poco del capullo de Gadafi y de los años dorados en que nuestros gobiernos le lamieron las pelotas, lo mismo que se las lamen a Berlusconi, lo mismo que se las lamieron a Bush, padre e hijo, Putin, Reagan, Franco, Hitler, y un largo etcétera de capullos deformes, locos, pervertidos que sólo a la fuerza puede obtener algo de cariño.




Zapatero, ¡Vuelve a nosotros! Antes de que sea demasiado tarde, ¡Aún estamos a tiempo! ¿Qué os ha pasado, a ti y a Obama? ¿Tan fuerte es la presión que no os deja escuchar la voz de vuestro pueblo?



Tuesday, March 15, 2011

La pereza de leer la ley

Trabajar en el Área de Relaciones Internacionales tiene estas cosas. Corremos contra-reloj, somos el último eslabón, la llamada de emergencia, actuamos rápido en situaciones de crisis, si podemos, te salvamos el pellejo.

Ha habido momentos duros. Desapariciones nunca resueltas, muertes trágicas imprevisibles, personas sin dinero ni recursos, sin vinculación a la universidad, sin protección legal. Poco puedes hacer, más que humanitariamente ayudarles a encontrar un modo de salir del agujero.

No somos una ONG, pero tampoco somos una agencia privada de intercambio de estudiantes y no es la productividad la que mide nuestros logros, sino la eficiencia en relacionarnos con los demás.

Somos trabajadores públicos, de distinta condición y contrato, pero con una vocación de servicio. Y por lo general, salvamos las castañas del fuego. La mayoría de las veces haciendo horas extras que no vamos a reclamar ¿Para qué? En el fondo, nadie nos obligó a quedarnos hasta las nueve un viernes. Nadie excepto el deber.

Cuando se critica a los “funcionarios” me pregunto a quién se refieren ¿Los pesados de las teleoperadoras que te persiguen cuando quieren venderte algo y que sin embargo nunca responden cuando te falla el adsl? ¿La compañía de la luz o del gas? ¿Habrá mayor pandilla de escaqueo que las grandes compañías?

Los trabajadores públicos los pagamos todos y creedme, la gran mayoría de nosotros somos conscientes de ello. Trabajamos para que la burocracia sea queda vez más ágil y lógica. Trabajamos por los intereses comunes de la sociedad sin buscar más beneficio por ello que nuestro humilde sueldo y nuestra satisfacción moral.

Hace poco necesité unos papeles. Después de media hora de cola en el registro, sin cita previa ni nada, me atendieron y me proporcionaron todo lo que necesitaba, gratis y ¡en el momento!

Sí, a veces hay largas esperas en la seguridad social. Pero he hecho esperas más largas, en Estados Unidos y pagando. Para salir del avión, sin ir más lejos. Para el supermercado, ya puestos.

Tendemos a creer que aquí en España somos unos paletos, pero una inmensa minoría sabemos de ciencia, de música, de teatro y literatura, de nuevas tecnologías, de amor y de amistad, de criar a nuestros hijos, hablamos idiomas, podemos programar, y trabajamos bien, en la pública y en la privada, somos eficaces, sentirnos útiles nos llena de satisfacción, nos da historias que traer a casa y amenizar la cena de los nuestros, preferimos estar orgullosos de lo que hacemos y que el día pase entretenido y rápido que arrastrarnos por los pasillos sin que pasen las horas. Muchas veces nos cargamos con trabajo doble, solo porque hacemos en diez minutos lo que otros harían en dos horas (o todo un día, ya puestos).

Chupópteros los hay en todas partes, incluso en los mendigos, porque es inherente a cierto tipo de personalidad creer que los demás te deben algo.

Quien no tenga vocación de servir, debe ser obligado a renunciar. Quien robe, se aproveche, abuse del poder, se corrompa, se columpie, no se presente a su lugar de trabajo, se niegue al reciclaje obligatorio, asesine, mienta, pervierta, esconda pruebas, torture y trate de manipular la verdad para lucro personal (económico o psicológico) debe ser juzgado y expulsado, penalizado o sometido a tratamiento.

El mundo no se arregla hasta que los enfermos emocionales (públicos y privados) dejen de joder a los demás.

Eso no quita que sea cierto que hay mucho incompetente (o directamente poco inteligente) que está ahí, cobrando lo mismo que yo, que me deslomo (¡ojo! Por ser competente e inteligente, que una no nació así). Pero mirad a vuestro alrededor, están por todas partes. Es tan incomprensible que aprobaran unas oposiciones como que consiguieran un puesto de trabajo en la empresa ¿no?

Entraríamos aquí en la dialéctica de si la gente tonta merece un espacio en nuestra sociedad. De si la gente que llama para pedirte un número de teléfono y no tiene ni papel ni lápiz para apuntar, merece hacer esa llamada. De que si los requisitos son unos, llames para preguntar si, con otros requisitos distintos a la convocatoria, te puedes presentar. De que si te curras una página web de puta madre, con toda la información legal, los niños te llamen para que se lo resumas en “palabras”, que no tienen ganas de leer.
─ Verás, si quieres, vuelves a llamar cuando estés delante del web y yo te resuelvo cualquier duda.
─ Pero entonces ¿Me lo tengo que leer todo?
─ Bueno… Es la ley.

¿Por qué da tanta pereza leer la ley?

Por suerte, es mi impresión, la gente en general es lista, buena y solidaria. Como en Japón.

Monday, March 14, 2011

Sillas, Japón y la prehistoria de la red

Algo se pierde siempre, pero si podemos sentir que algo hemos ganado, la vida sigue siendo nuestra.

La felicidad tiene un gran obstáculo: la conciencia. Es difícil ser feliz cuando los demás no lo son, incluso cuando tu felicidad es bien simple, un haz de luz, el canto de un pájaro exótico mientras descargas tu vientre por las mañanas. Esas cosas… A veces parece que la gente necesite mucho para ser feliz, a veces les ofreces un trabajo y te dicen que no, que eso no es lo suyo…

A la insatisfacción hay que añadir el miedo: los volcanes, las nucleares, los terremotos, los maremotos, las tormentas solares, el hombre que es un lobo para el hombre, y que pronto nos cobrarán también por estar en Internet, a parte de lo que pagamos para poder acceder a ella.

A veces me sobrecoge el viejo sonido dial-up. Weeee WeeeWaaaaWaaaa… Nunca dejó de ser molesto, pero tenía algo místico. Sentías que ibas a entrar en otro mundo.

La nube se rompía sobre la montaña, al anochecer, y podías ver las moléculas de luz moribunda despeñarse carretera abajo, y podías oler el cansancio del invierno, sus ganas de marchar. Hoy.

No cambiaría mi vida, pero hay emociones que nunca sentiré, como la de ser madre.

No pasa nada… Algo se pierde siempre, pero si algo ganamos, la vida sigue siendo nuestra. No me hubiera quedado en ninguna de las sillas que encontré por el camino. Nunca fui más feliz. De niña, esto era lo que quería. Así que de algún modo, supongo que he triunfado.

Winter's cityside
Crystal bits of snowflakes
All around my head and in the wind
I had no illusions
That I'd ever find a glimpse
Of summer's heatwaves in your eyes
You did what you did to me
Now it's history I see
Here's my comeback on the road again
Things will happen while they can
I will wait here for my man tonight
It's easy when you're big in Japan



Wednesday, March 09, 2011

Undercover


Vi a tres policías en coche oficial tirar cacahuetes dentro del coche que circulaba por el carril de al lado.

En el coche “agredido” viajaban cinco tipos con pinta de turistas borrachos que reían tal como les caía el cacahuete encima y acto seguido se lo comían.

Bizarro.

Por supuesto he pensado que todos formaban parte de alguna brigada especial y que los de “paisano” serían agentes undercover en una importante misión.

Ver a los polis reír, les dignifica, qué queréis que os diga.

Sunday, March 06, 2011

Schultz


Nadie será juzgado por lo que pasó anoche. Los disparos falsos, los besos atropellados, el asesino en paro.
   Hay un momento para el paréntesis, vivir el mundo en otra piel. No todos pueden enfrentarse al desafío. Al despertar sin disfraz, el maquillaje pegado, el estómago vacío, no sabes si volverás a ser quien eras. Atreverse a romper el silencio es como saltar a la pista y bailar.
   Aunque siempre es más fácil resguardarte en tus ropas mundanas y no escapar nunca.

Wednesday, March 02, 2011

¿Adónde va el dinero?

Con la crisis del petróleo, las críticas al gasto se redoblan y se esperpentan. El cinturón se estrecha y hay que cerrar grifos. Vale. Pero que se critique la inversión de 200 millones de euros en el Sincrotró Alba (I+D/futuro/empleo cualificado/ciencia) cuando sin rechistar se sacaron de la chistera 5.700 millones de euros para hacer llegar el Ave a Toledo desde Madrid en la línea Madrid-Levante, por poner un ejemplo, nos hace reflexionar sobre porqué este país no va a funcionar nunca económicamente (con independencia de lo mal montada que está la economía global).

Solo hay que mirar el mapa para ver Toledo no viene de camino a Valencia y que la ciudad ya tenía su línea de tren a 40 minutos del centro de Madrid. Por otro lado, inexplicablemente, todavía no podemos llegar a Francia en AVE, cuando, que yo recuerde, ese era el propósito inicial de tanta inversión desmesurada. Conectarnos con Europa ¿no? A Toledo ya sabíamos cómo llegar; y bastante rápido.

(Gracias Gemma por la reflexión)