Friday, October 26, 2012

Melancolía

Llueve; y las emociones vuelven a subir los escalones de la trascendencia. Si hubiera un termómetro de lo sublime, hoy hubiera manchado las líneas de lo cierto, lo verdadero, la vida con sus días buenos y sus días malos y todos los colores intermedios.

La radio regaló, en plena retención, el Telegraph Road de los Dire Straits, con sus más de 14 minutos perfectos, incorruptos y esa historia tan actual.

Thursday, October 18, 2012

Lo hortera

Bueno, tampoco era tan difícil. Media hora con mi ordenador ya no tan moribundo y he conseguido acabar de configurar Ubuntu. ¡Hasta me da dado un subidón de ego! Y es que aprender es siempre tan gratificante...

Por una asociación incomprensible, pero (o quizás por el .oxt de las extensiones), ha comenzado a perseguirme la pesadilla de “don't tell my heart my achy breaky heart” de Billy Ray Cyrus y la vívida imagen del día en que, a la hora de comer, en el parque frente al curro, un grupo compacto y decidido de unas sesenta personas (quizás cuarenta mujeres y veinte hombres) se pusieron a bailar pseudo-country frente a mi tenedor pinchado de garbanzos. Aquí, en el Vallès.

Lo hortera: “Paquito chocolatero”, “la marcha real”, “a quién le importa”, “cien gaviotas”, “candle in the wind”, “we don't need another hero” (¡tatatán!), “hotel california” ¡hasta el final!

Lo cutre: La mayoría de grupos de la península que pasan por radio3, cuyas voces son insoportables (duelen en los oídos) y cuyas letras se quedaron ahí, en la voluntad de ser, como yo, que tardé meses en encontrar los patines de cuatro ruedas perfectos y sólo salí un par de veces, a arrastrarme discreta y lentamente por donde no pudiera verme nadie.

No malinterpretéis a quien doy mi apoyo. Cualquier cosa que nos aleje de “la Oreja de Van Gogh” y sus “cometas por el cielo” (¿¿¿¿????) será mejor, en lo que denominamos música popular.

Pero ¿por qué? ¿Por qué? ¿Dónde está el origen de la cutredad? ¿Y dónde el límite de lo hortera? ¿Es que todo el mundo intenta ser U2 a su manera? Please!

Y no me digáis que es subjetivo...

Wednesday, October 10, 2012

Ganesha


El ejército invasor entraba por la Diagonal desde el interior. Por el camino había arrasado pueblos, de los que el humo y el orgullo aún permanecían intactos. En la capital, los ciudadanos se atrincheraban en aquella última ilusión de creer que la razón podía vencer a la imbecilidad dogmática. Sin embargo, los tanques comenzaron a destruir piquetes, edificios, parques infantiles, museos, legados históricos de la humanidad. Escondida en el metro, me moría de miedo, con otros más.

Y fue cuando escuchamos un gran rugido, imposible, irreal. El suelo sobre nosotros tembló. Algunas piedras se desprendieron, a pesar de que el subsuelo del metro era a prueba de bombas, no como el del tren.

El silencio. El aullido roto triunfal. No podía ser. Nos miramos en maravilla. Corrimos al exterior. Allí, en la avenida: el ejército invasor derrotado y tan tranquilamente, varias manadas de elefantes paseaban por los escombros, como bomberos después de un desastre, buscando supervivientes.

Wednesday, October 03, 2012

El mes de las visitas


Me quité de Windows. En el nuevo sistema operativo uso un LibreOffice3 al que, hasta que no tenga un momento, no podré añadir diccionarios, sinónimos y todas aquellas cosas útiles en cuatro idiomas a las que renuncié alegremente y sin pensar en las consecuencias.

Así que me siento un poco a la deriva, aunque confieso que es agradable, volver a tener la mesa desbordada de diccionarios y otros libros de consulta. Todo se vuelve mucho más físico. Pero no os creáis que lo disfruto, no tengo tiempo, voy a tope en el trabajo. Menos gente, menos sueldo, más trabajo. Por lo menos hemos conseguido que la jefa comprenda que esto no es Houston, we have a problem, y si un día me animo a contar las cosas que suceden allí, quizás entenderéis porqué a veces lo parece, Houston.

Estamos ya en octubre, ese maravilloso mes en el que sin cesar escucho de memoria las melancólicas notas de The Edge al piano en October, el track minimalista con el que U2 vinieron a decirnos a los fans que una canción iba a ser a partir de ahora lo que saliera del alma, sin la grandiosidad de Pink Floyd ni la ampulosidad de los Beatles ni las vísceras de los Stones.

Cuando vives en la metrópolis (o cerca), sabes que vas a tener visitas. Es uno de los motivos por los que decidiste quedarte en un lugar-reclamo, o es que quizás te quedaste atrapado. El caso es que al cabo, dejas de viajar, alquilas un sitio más grande (y por eso no hay para viajar), y esperas a que lleguen las visitas, que es otro modo de viajar. Doha, Pecs, Muros, Girona, Boulogne-sur-mer...

Aquí les esperamos, con la sonrisa lista y la cocina caliente.
Es un privilegio que vengan a verte.

Para rutina, ya tenemos a este país. Lo que sea que cada uno vaya considerando hoy en día lo que es un país, noso país, el nostre país, gure herrialdeko, naše země, peyi nou an, ár dtír, nước ta.