Changing Paradigms - Sir Ken Robinson

La Ciència

De la narració “La conversació de Saint James Park” de Josep Pla:

“La història ens demostra que una de les fonts de dolor més inestrincables de la humanitat és el misteri i la irrealitat. Els homes i les dones es maten i es turmenten per coses fantàstiques que no valen una pipada de tabac. La màgia més vulgar vivifica la tirania, i el sentimentalisme eternitza la nostra ignorancia espessa i total. És per això que m’agrada la ciència, encara que cregui que no arribarà mai enlloc, i els savis, encara que siguin uns pelegrins del no-res plens d’infelicitat. Per a la ciència no hi ha res reservat; tot és obert de bat a bat. I això és esencial”.

La hora más feliz

Me gusta estar en la cocina. Claro que mi cocina tiene luz y puerta a un patio, donde tengo las plantas que uso en mis platos. Era uno de mis sueños.

Foto de PixelPapa - http://pixelpapa.com/

Quizás porque estoy madurando una importante decisión, las cosas que he vivido me resultan estos días muy vívidas. Y estoy orgullosa de todos los riesgos y todos los cambios y del dolor que sigue dentro, que no es más que otro compañero.

Y me siento muy feliz de que un viejo amigo que está lejos haya encontrado por fin el amor. Sólo espero que su futura mujer no sea celosa. Ya me pasó dos veces, lo de estar prohibida. Es muy duro aceptar que nunca volverás a saber de alguien a quien quieres, alguien importante en tu vida. Pero, en fin, no news, good news. Lo importante es que la gente sea feliz. Y libre.

Yo soy feliz. Estoy enamorada. Me gusta el verano. El verano fue cuando nos enamoramos, Lorca y yo. Me gusta la programación de hoy de Discópolis. Me gusta que he pillado del videoclub una comedia para la fantástica tortilla de puerros que estoy a punto de cocinar y que nos vamos a comer con pan con tomate y unas cervezas que ya deben estar al punto. Frescas, frescas.

Pasé por la playa a darme un chapuzón al salir del trabajo. Unas chicas hablaban de una tercera que al parecer se agobiaba y agobiaba a los demás. Una de ellas ha dicho: no lo entiendo, tiene comida en la mesa, tiene trabajo, amigos, una familia que la quiere, tiene brazos y piernas y ojos con los que ver el mundo y orejas con las que escuchar, olfato, gusto, incluso tiene buen tipo, la cabrona, que no le falta de nada…

Y mientras la lista continuaba y justo antes de perderme en el murmullo de las olas para un reset de siete minutos, he pensado: y una mente para imaginar… Una mente para imaginar…

Demasiado cerca de las olas

Trágico. El fuego siempre lo es. Hay quien teme más al agua.

Ha muerto un ecosistema. Tres, en menos de dos semanas. Hemos acompañado en la radio a la lucha de unos vecinos por sobrevivir. Hemos conocido la valentía de unos voluntarios sin formación y de los bomberos, a quien nadie vitorea.

No como a Alonso – si veo su cara en otra portada, vomitaré en el quiosco.

No como a Rajoy – aplaudido por su tribu de grandullones que en verdad nunca fueron nada (por falta de inteligencia, claro está).

No como a las muchachas jóvenes que tienen ganas de fiesta en cualquier playa. Machistas somos todos, ellas las primeras.

Se acabó. Se acabó el escuchar a niños y niñas que se mueven como en las telecomedias y hablan con la apabullante falta de emoción de los doblajes. Y que me perdonen los que viven del tema y pues, que me perdonen también los que viven de estafar a los viejos, si pienso que no hacen más que generar mierda, en vez de construir algo con su talento, un mundo que tuviera sentido, un mundo guiado por la lógica, por el equilibrio, por la belleza.

Se acabó el puto:

We could have had it all
Rolling in the deep
You had my heart inside of your hand
And you played it
To the beat

And fuck this:

And I don't even need your love
But you treat me like a stranger and that feels so rough
No, you didn't have to stoop so low
Have your friends collect your records and then change your number
I guess that I don't need, that though
Now you're just somebody that I used to know
Now you're just somebody that I used to know
Now you're just somebody that I used to know

Y venga una y otra vez las canciones que se las dan de que lo petan. Ellos mismos deben estar enfermos de tanto escucharse.

¡Yo estoy enferma de tanto escucharme!

Me voy al silencio. A donde no se repitan las cosas que todo el mundo piensa que molan quizás por miedo de pensar en otras. No sé… ¿Una idea? Follarme a los vecinos, por ejemplo, no a los locos, que se odian y gritan y pegan al niño, sino a los tranquilos, que ella está embarazada y oye, la muchacha tiene su qué, de hecho, más que él.

Esto es lo que pienso de los hombres que se creen más hombres por prohibirle a una mujer lo que sea, incluido el derecho a decidir si es inteligente continuar con una vida que será deforme y que tendrá una dependencia absoluta de una sociedad que los va a tratar como el culo:

Te metes tu dogma por TÚ culo.

Yo me voy a la isla, a dormir donde está prohibido dormir. Demasiado cerca de las olas.

Moto GP, Fórmula 1 y la mujer como zorra

En el paquete de la madurez, además de comenzar a apreciar el cava, el vino blanco y el buen coñac, me entra el aficionarme a los deportes de motor. Tengo incluso mis favoritos: Pol Espargaró en Moto 2 y Romain Grosjean en Fórmula 1, este último, no sólo porque disfruto con su elegancia y valentía sino porque me alucina el Lotus.

También tengo mi predilección de circuitos: Montmeló, Sepang, Jerez y Estoril.

Pero por qué. ¿Por qué la mujer es usada en estas competiciones como la mujer objeto que se soñaba poder domesticar en los años 80 y que no se pudo porque la mujer decidió volverse punk, a la vez que medio planeta se declaraba gay?

Es tan incoherente como si decidieran proteger el podium con guerreros medievales subidos a caballos engalanados y vistiendo armadura, escudo y lanza.

¿Cuál es el sentido de la mujer-adorno?

Es tan grosero que a los propios pilotos se les ve avergonzados cuando, mientras son entrevistados, una conejita (que podría ser su madre con unas veinte intervenciones estéticas), enjoyada y maquillada como si estuviera en un casino de madrugada, le protege del sol con un paraguas.

Y no, tampoco estaría de acuerdo con hombres-adorno, aunque me sentiría menos insultada, puesto que también yo veo las competiciones, a veces con mis amigos gays.

Artistas de todo rango, por ejemplo, podrían ser invitados a escoltar a los campeones y permitidos, de paso, a promocionar sus historias. Que al final todo acaba siendo la puta caca de logo del Santander, literalmente, ¿o no os parece a todos una mierdecilla caliente, que aún saca humo?

Sí, sí, ya lo sé, uno se debe a quien le da la pasta… Pero por lo general no se ve mucha voluntad de ir a buscar la pasta a otra parte y comenzar a cambiar el mundo.

Spain and the fountain of youth

¡Qué tendrá España que despierta tanto deseo foráneo de hundirla! No, ahora en serio, que no estoy hablando de lo magníficos y jabatos que son nuestros deportistas en una amplia gama de desafíos.

¿Son nuestras playas? ¿Nuestros recursos? ¿Nuestras ganas de divertirnos?

¡Sólo hace falta pasar un día en Bruselas para tener ganas de morir! Y no sé, dicen que Berlín mola, pero al margen de poder acceder a interesantes mentes intelectuales, que también las hay aquí, a mí me evoca la triste agonía de quien teme a la muerte y no sabe vivir.

¿No será que están planeando convertirnos en la Florida de Europa? ¿Por qué no? El tiempo es bueno la mayor parte del año, la naturaleza es exuberante y abasta gran variedad de ecosistemas,  y, con los trasvases fluviales, se garantizan paraísos artificiales y campos de golf en las comunidades de pago donde van a venir a retirarse las gentes del norte cuando envejezcan.

Me temo que todo esto es un complot generado por la envidia. Por supuesto tenemos un gobierno que da pena y una justicia corrupta, pero eso pasa en todas partes. Divide y vencerás. Ya se quedaron con Mallorca, la Costa Brava y Canarias. Lo mismo que en Florida la universidad está desprestigiada y los negocios se limitan al turismo, en su mayoría, al turismo senil, lo mismo estamos en camino de convertirnos en siervos de la complacencia de los ocupantes.

Ah, la fuente de la juventud, ¡Eso es lo que andan buscando! ¡Malditos roedores!

El suicidio

En la distancia, entiendo. Hubo un modelo de huida, que adopté. Y me convertí en una variedad de espía. Recogía secretos y los escondía de mí misma. ¿La utilidad del trabajo? Ninguna. Probablemente era el modo de estar perdida con la convicción de tener una misión. Pero a la mente no se la engaña, no se puede, cuando el estómago ruge tan fuerte. Y al no haber salida, tuve que quedarme encerrada. Fue entonces que lo comprendí.

No se puede ser fiel a todo, impertérritamente. Eso sería suicidio.

Así que, tristemente, hay que descartar los juguetes rotos y ambicionar el futuro. El pasado seguirá siempre allí, incluso desestimado. No es necesario conservarlo todo, para que forme parte de nosotros. ¡Ese pánico a la orfandad!

La libertad tiene un precio: lo que ya no sirve.