Saturday, October 29, 2011

Like a hurricane


No hay problema, cambiad el tiempo, estoy lista. Será suprimida la larga agonía del fin del día, la melancolía que llega con Neil Young en la radio, el sol loco por morir lento, tras la colina como un cometa, sobre el lago hiriente de luz, en esta recta casi asfaltada, y después abruptamente desapareciendo, cuarteando la atmósfera con largos suspiros rojos, de baba húmeda, violeta, rabiosa...

Ahora será noche y la noche traerá fervor.

Saludos y feliz creatividad.


Sunday, October 23, 2011

Cádiz (buscando a Ricardo)


La luz… Nos habituamos a nuestro umbral de luz. Guardamos un pensamiento para los norteños, que deben comprar lámparas que imiten al sol. Soñamos con los colores de África, aunque jamás hayamos estado. Y un día llegamos al suroeste, después de mucha espera, para sentir que no somos tan sedentarios.

Por las calles pienso si me encontraré con el ser alegre que me dijo un día “niña, no puedo más, me vuelvo pa Cadis”?, después de enseñarme los rudimentos del instrumento que me acompaña.

Quizás porque he tardado tanto en llegar, no veo el momento de marchar.


Friday, October 14, 2011

Cambiar los muebles de sitio



Mi compañera Sara presume de no pasar ni dos meses sin cambiar el orden de las cosas en una habitación. Es una compulsion que a veces sufrimos a su alrededor.

Hoy sé a qué se refiere.

Wednesday, October 12, 2011

Wednesday, October 05, 2011

Comodidad, pereza, miedo


Claro, te acostumbras a ver las cosas como están. Los libros en el orden que les quisiste dar o puede que no se te permita poner nada tuyo en ningún lugar. La cuestión es que te has acomodado. Marchar, ¿para qué? No sientes desazón alguna. Ninguna duda. Ni siquiera cuando te acercas a casa y deseas que no haya nadie.

Pero, ¿te da miedo? Te preguntan. No, respondes. ¿Pereza? No, nada, es que ya estoy bien.

Ya estar bien es contentarse con lo que se tiene, lo que no deja de ser una cualidad: ama a quien tienes al lado.

Quizás sea así para mucha gente, que nunca les llegue ninguna hora de la verdad.

Sin embargo y hasta que se demuestre lo contrario, sólo tenemos una vida. ¿Vamos a vivir siempre la misma?

Comodidad, pereza y miedo son el mismo sentimiento, disfrazado de tradición. Pero la tradición, para ser útil, debe ser capaz de renovarse. No lo digo yo, lo dijo Vicente Aleixandre.

Saturday, October 01, 2011

La muerte en facebook

Hace dos veranos me fui al culo del mundo donde mi hermano había encontrado un trabajo, lejos de la insaciable marabunta social. A la espera de que terminara su jornada, di un paseo por las siete calles y media. Una iglesia románica en ruinas y una moderna, de ladrillo, en forma de pirámide, con su feliz familia de cigüeñas.

Me sobresaltaron unos llantos, quise caminar en dirección contraria y sin embargo me encontré sin querer frente al balcón del que emanaba el plañir de las mujeres por un muerto.

Desde entonces he vivido dos muertes importantes, en directo y en retransmisión a tiempo real, en facebook. Cada pensamiento, cada recuerdo, cada lágrima que necesita creer que hay ahí hombros donde caer.

Me parece más sano e higiénico que encerrarse a llorar.