Tuesday, August 28, 2012

Bordeaux


Bordeaux 2012 © SBP
Me fasciné una vez con mi profesor de historia. Yo tenía quince y él veintitrés y no fue un amor platónico ni carnal. Era simplemente la persona que conocía cuya conversación me parecía más interesante. Yo no sabía que existían chicos así. Sus clases eran mejor que la mejor de las películas, que el mejor de los libros, más entretenidas y chisposas que cualquier plan con los amigos.

Una vez nos invitó a cenar a su casa. Éramos cinco o seis. Estuvimos escuchando discos y hablando de historia, fuera del programa. Al terminar el instituto no le vi más. Sé que se fue a vivir al Sur.

Inolvidable siempre la persona que, con ironía y exigencia, nos empuja más allá de los límites que tan rápidamente aceptamos.


2 comments:

  1. Bonita reflexión, y gran verdad. Un saludo.

    Manuel

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  2. Gracias por la visita, Manuel y por tu blog :-)

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