Tuesday, March 18, 2014

Be kind

Érase una vez un trabajo que tuve en un país far, far away, donde el credo era “sino tienes nada bueno que decir, no digas nada”. ¡Y funcionaba! Ojalá pudiera decir que me he mantenido fiel al credo, pero no, he pecado, a diario, ¡desde hace más o menos cinco años!

Es muy difícil. Creí que una gota de color podría cambiar el entorno gris y enfermizo, la desidia, el cinismo, el egoísmo, el despotismo, la envidia, el desprecio tras el que se esconden, la altanería, la desconfianza, esa actitud de “yo ya he estado ahí y sé que te vas a estrellar y que te va a doler”.

¡Llevo tanto tiempo aquí que me están cambiando a mí! Con el agravante de que me siento culpable, puesto que soy yo la que he pecado. Ellos ya eran así. ¿O no?

2 comments:

  1. Anonymous1:43 PM

    Hi ha la dita filosòfica: "bonum difusivum sui" (l'essència del bé és ser difusiu). Hi ha la meva experiència que diu: Malgrat tot el mal del món el màxim que aconseguirà de mi seran unes llàgrimes... de colors. Ànims! anonimus.

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  2. Essent difusiu de vegades es té la sensació d'estar traïnt.
    Gràcies per les paraules. Una abraçada.

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