El amor debería serlo todo. En las relaciones, en la producción, en el comercio y en la política. La base de nuestras decisiones. De donde venimos y a donde vamos. Quienes somos. Nuestra profesión. El misterio más grande cuyo funcionamiento deberíamos estudiar, practicar, llevar a cabo. Seguro que internet es importante. Y viajar al espacio. Y tener electricidad. Pero todas estas cosas “mágicas”, sin amor, no significan nada. Te acostumbras, o ya das por hecho, que ir por la calle significa llenarse de contenidos vacíos: “con esto tu pelo lucirá como el primer día”, “entra y tendrás todo sin comisiones”; mientras sapiens concentrados deslizan sus dedos por pantallas. Te acostumbras, o ya das por hecho, que habrá guerras, torturas, refugiados, muertos de hambre pidiendo por las calles. Te acostumbras a que sea incuestionable la existencia, tolerancia y subvención de las religiones que destruyen sistemáticamente la pureza del amor con el que se nace. Te acostumbras a que los movimientos que han intentado la idea del amor como futuro, sean cosa de risa, aunque no hayan hecho daño a nadie. Al contrario, han conseguido introducir humanidad en nuestras culturas, precisamente lo que los estados roban a través de esos agujeros que son cada vez más grandes. ¿Mirar con desconfianza? ¿Timidez de saludar a extraños? ¿Rencor a un comentario? Nuestra grandeza innata se pierde en el ruido mediático. El mundo perfecto no existe, pero ¿hemos dejado de soñarlo? ¿Nos hemos rendido? Que mienten, bueno. Que abusan, está claro. Que nos han dejado... Pues a veces cada uno debe continuar su camino. Hay que ser generosos de espíritu y respetar y todos estaremos mucho más tranquilos.
No nos enseñan. No nos enseñan a amar. Y por eso nuestras sociedades, estructuras de estado y familias, son fraudulentas. Solo con amor pueden florecer comunidades auténticas en las que el homo sapiens dé el necesario salto evolutivo para convertirse en humano y pueda cambiar todo este desatino. Amar es nuestro deber, nuestra responsabilidad. Lo demás es pegar más mierda a la putrefacta y violenta bola nuclear en la que se convierte nuestro planeta.
Inspirado por un post de Dan
Me hiciste emocionar, de verdad...
ReplyDelete¿Y si no podemos amar? Yo llevo ya muchos años sintiendo que no puedo amar. Y tampoco puedo admitir que alguien me ame, simplemente no puedo. Tal vez sea por tener demasiadas decepciones acumuladas a lo largo de mi vida, no lo sé. Pero estoy tratando de encontrar una respuesta, necesito encontrar una respuesta. Porque es muy cierto, el amor debería serlo todo, y sin amor, no hay nada.
Te dejo mi emoción como agradecimiento.
Las decepciones son como los trastos viejos, no sirven para nada, pero ahí están, fruto de nuestra inseguridad. Hay que quemarlas cada San Juan ;-)
DeleteAmén.
ReplyDelete"Love is all there is, it makes the world go ’round
Love and only love, it can’t be denied
No matter what you think about it
You just won’t be able to do without it
Take a tip from one who’s tried
So if you find someone that gives you all of her love
Take it to your heart, don’t let it stray
For one thing that’s certain
You will surely be a-hurtin’
If you throw it all away".
I Threw It All Away, Bob Dylan (1969)
PS: Aunque las más de las veces es muy difícil amar.
Creo que lo difícil es convivir. Amar es fácil, sale solo. A menos que haya una infección. Saludos.
DeleteAmaos los unos a los otros, que dijo el loco de la colina.
ReplyDeleteY ya ves cómo acabó.
DeleteCanción dedicada:
ReplyDeletehttp://mis-paraisos-artificiales.blogspot.com.ar/2016/03/nature-boy.html
Te devuelvo el favor, de dedicarme una entrada :p