Resulta que el peligro inminente en el mundo, oh qué sorpresa, no son las incomodidades que podamos sufrir en los países del bienestar, como estar unos días sin tus productos de consumo favoritos, electricidad, agua, y estas cosas de las que tanto te acostumbras a prescindir cuando vives un terremoto o un huracán en un país donde sabes que volverán (¡Pobre Haití! ¡Pobres haitianos y haitianas!).
El peligro inminente es el obvio, sí, aquello que sigue siendo un peligro siempre pero que parece que hemos decidido dejar de ponernos la chapa aquella famosa que se ponían nuestros antepasados de los años setenta, aquella pegatina que aún se puede encontrar en el lavabo de algún camping abandonado de montaña, aquel Nuclear no gracias, no thanks, no merci! Ese smiling sun que fue quizás el primer smiley de la historia y que simboliza la energía que podemos obtener del sol, en contra de los Chernobyl y Fukushimas que aún vendrán.
Paradójico que en España se penalice la obtención de la energía
solar y que sea España, precisamente, un país que no tiene todavía
protocolo de actuación para las centrales nucleares ante una
emergencia como fenómenos de pulso electromagnético. ¿Está España
en contra del sol? ¡Qué prepotencia!
Obama, ese presidente tácitamente
mundial y cool, ha dictado una Orden
Ejecutiva Presidencial que ya recoge la web oficial de la Casa Blanca
para que las distintas autoridades de Estados Unidos se coordinen a
todos los niveles para preparar a la nación para caso de
desencadenamiento de un gran fenómeno del clima espacial, con un
plazo máximo de "120 días" a partir de hoy para que todos
los reactores nucleares del país cuenten con protocolos de apagado
de emergencia (Sección 5.b de la Orden), aspecto
este que venía representando la mayor preocupación en caso de un
nuevo gran evento solar como el Evento Carrington de 1859.
(fuente: nuevatribuna.es)
Alemania ya está tomando sus medidas.
Y aquí, ¿qué? ¡Pues agotando las entradas de los triunfitos!
Pero, decime un poco, che, ¿cómo va a ser eso de que uno ponga unas placas en el techo de su casa y ya no tenga que pagar más el recibo de la luz? ¿Vos creés que nos van a dejar? Ni locos...
ReplyDeleteY ya con acento sureño: Me ha encantado eso de "nuestros antepasados de los setenta".
Encantado de verte.
¡Si al final será verdad que para salvar la especie solo nos quedará desobedecer!
DeleteAsí es como me siento sobre los setenta. Créeme si te digo que yo estuve allí ;-)
Y yo, y yo! Cosecha del 68
DeleteGracias por llamarme antepasado, aún tengo la chapa en algún chaquetón que me resisto a tirar y todos mis autos, altamente contaminantes, han llevado en el cristal trasero la dichosa (en sus varios sentidos) pegatina.
ReplyDeleteja ja! En tono más que cariñoso, lo de antepasado, siempre. Si yo hubiera guardado mis libros y carpetas y demás cosas que ocupan tanto espacio y acumulan ácaros, ahí estarían mis pegatinas, ya ajadas, también.
DeleteLos reactores de mi país son minúsculos: creo que la tradición nacional es inundar busques hermosos para hacer electricidad carísima. Entre tanto esperamos con calma el próximo terremoto y nos hemos ido acostumbrado a los letreritos inspirados en el pintor Hokusai que advierten que las costas pueden ser arrasadas por un tsunami. Me despido con los dedos en uve.
ReplyDeleteVaya, pues, espero que no vivas cerca de la costa. yo me despido en doble uve
Delete;-p