Wednesday, April 19, 2006

abril

Al caer la tarde el mundo enloquece. Aromas de cena. Golondrinas que sobrevuelan pueblos en escuadrones de cantos. Llego a un bar clandestino atravesando calles enfebrecidas. Tomo una cerveza con Jack y con mi hermano. Junto a nosotros alguien conversa sobre un posible golpe de estado por parte de Extremadura, lo que se me antoja surreal e imposible. Las velas se derriten sobre candelabros de plomo y en el muro roto cobra relieve un fresco de colores que recuerda al Guernica, aunque en lugar de dolor y llanto aparezcan mujeres de azules sonrisas y alegres pechos. Guitarras al viento quieto de cuevas urbanas. Luces de verbena, lámparas fantasmas. Es el martes después de Pascua y abril sale de todas las puertas, de todas las ventanas. Abril entra en cada pequeña vida cerrada. Porque es la vida, dadle el nombre que más os plazca. Ya no es necesario buscar, para que brillen las miradas.

Monday, April 10, 2006

V for Vendetta

Lunes de lluvia, lo había invocado. A veces funciona creer que tenemos en las venas un porcentaje de sangre india. El fin de semana me reencontré con mis hermanas Paula y Eire. Estar con ellas abrió una brecha en este cuerpo que se ha quedado tan seco de sentimientos. Ahora tengo sed de todos los otros amigos que también echo de menos. Vi a mis padres brevemente en el paseo, bajo el sol. No hay nada como vivir en una ciudad con playa. No hay nada como vivir en la ciudad y poder ver a quien quieras con sólo una llamada de móvil.

Por la tarde quedé con Jack. Paseamos por la playa, se inició una trágica y aburrida discusión de las de antaño que acabamos toreando y fuimos a parar al Icaria, sentados entre una multitud que gozaba de V de Vendetta. Por primera vez en seis años estuvimos de acuerdo en una película que, además, nos gustó a los dos. Al salir caminamos la playa de vuelta y las nubes ya amenazaban con tragarse a la luna. Nos sentamos junto al muelle con un par de cervezas. Un vagabundo dormía bajo cartones al final de las escaleras. Jack dijo: “espero que no suba la marea”. Me contó que a mi hermano le robaron anoche el ukelele y que acabaron la noche anterior con Noemí y Ester en una fiesta clandestina en un taller de marionetas, donde como despedida todos se desnudaron y danzaron con las marionetas de la muerte. Jack, aún en su tristeza, se ha llenado de vida. Quizás ahora que no estamos tristes ninguno de los dos pueda yo observar lo que pasa en el mundo y escribir de verdad.

Sunday, April 02, 2006

a Barcelona

No és fàcil deixar marxar, ni tan sols quan hem estat nosaltres qui volíem marxar. Una casa es buida ràpid, però a la memòria es queden per sempre el lloc que les coses van ocupar. El record d’una flor que va caure del ram. D’un mapa que es torçava lleugerament cap a la dreta. D’una taca a la catifa que per més que es netejava tornava a sortir sempre. Del racó de la sala on el sol entrava. De l’olor d’esmorzar els dies de festa. I dels esquirols que saltaven d’arbre en arbre, al porxo, mentre jugàvem a cartes i preníem una cervesa. No és fàcil deixar enrera, ni quan el present no es podia suportar. Però aquell present ja és passat i només les coses dolces queden. L’abraçada durant la nit, quan els monstres ens volien menjar. L’aigua sobre els nostres cossos nus, a la dutxa. Els bons dies. Les bones nits. El llum de la tauleta sobre el llibre que llegíem. Com ens prenien el llibre de les mans, quan ens quedarem adormits.

Àngels perduts del teu país han arribat a casa meva desprotegits. I en acollir-los he recordat que va ser per aquesta època que ens començarem a conèixer, que en pocs dies em demanares que em casés amb tu. I tot i que sé que ara estàs fent allò que fa temps et vaig demanar que fessis, de vegades sembla que no seré prou forta. Fa sis anys que el nostre amor va començar, aquí, a Barcelona. Suposo que també a Barcelona havia d’acabar.