Monday, November 17, 2008

De la castaña a la luz


Flap flap que va Celia calle abajo con sus pantuflas de algodón roto y suela de cartón.
La tarde ha vencido el tímido carmín de las seis, dirección Plaza España, y ahora es negra, negra y apagada.

Lunes tarde de otoño viejo es una muestra de los tiempos pobres, cuando todos rebuscaremos (todos) algo que comer, algo que ponernos, en las basuras de los barrios más altos.

Celia lleva un anorak oscuro ajustado en la cintura y unos leggins blancos que transparentan sus grandes calzas oscuras. Un imbécil la roza con su moto a veinte por hora y suelta una obscenidad antes de pegar el gran acelerón y llenar la calle de veneno. Los gritos de una adolescente en plena canción perforan alguna ventana cerrada.

Las cosas como son, las calles ya no huelen a castañas asadas y no brillan todavía, con las luces del solsticio.

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