Sunday, December 27, 2009

Original

La culpa es el motor del mundo. La culpa con su pertinente (o exasperante) búsqueda de redención.


Por culpa funcionan las naciones que conforman unos gobiernos que no representan a nadie. ¿A quién podrían representar? Mi culpa no es tu culpa y por tanto, lo que puedan hacer por ti no va servirme a mí. Y esperando que alguien nos libere de tan terrible peso, preferimos vivir como si no existiera (¡atentos a las pesadillas!, tomad ansiolítico, mejor no tenerlas) y así aquellos que no tienen escrúpulos y han matado a su culpa, se aprovechan de nosotros.


Debo yo librarme de mi culpa. Y hasta que no encuentre el modo genuino de dejar de sentirme culpable, de nada me servirá colaborar, ser solidaria, ser generosa o prostituir mi talento en busca de una conversión inútil. Hay que ser valiente para matar a la culpa. Hay que creer que se es libre. Y aunque nos creamos libres, es mentira. La verdadera libertad no está al alcance de todas las almas.


─ El alma es lo que llevamos dentro ─afirmó la niña de arcilla.


Puedo fingirlo todo, todos podemos. Pero cada año es más difícil disfrazar la Navidad: es cuando más culpable me siento. Y lejos de reflexionar qué cojones puedo hacer con la puta culpa, la odio. Odio que se me necesite y que no se me necesite. O sea, dejadme follar en paz.




2 comments:

  1. Anonymous7:47 PM

    Ben dit. Perquè, qué és "follar en pau" sinó la metàfora-real de l'èxtasi de la donació-alliberament mutu humà? Tot a la vida hauria de ser aquest èxtasi alliberador.

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  2. Anonymous12:26 AM

    La culpa, siempre tan presente por todo y nada.
    ¡Gracias por tus palabras! Le hacía falta un cambio ya...
    ¡Un besazo!
    Bruja

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