Éxodo

Esto sería genial: meter lo que quepa en la mochila, lo más importante y largarnos ¡Todos a la vez! Un gran éxodo de calidad humana, tres generaciones bien educadas, a buscarnos la vida en otro lugar. Dispersarnos por el mundo, víctimas de una nueva religión. Venerando siempre los tiempos en que “lo más de lo más”, eran las fiestas del pueblo.

Y que los ladrones se queden con España. Que se peleen por nuestras exiguas pertenencias. ¡A ver a quién iban a robar entonces!

Pero, again, qué bien se está aquí calentita, escuchando jazz...

Santa Cecilia

http://www.starstudioarts.com

He pasado el examen anual. Aguardo estas citas con cierta aprensión. Pero al salir de la doctora, todo sigue bien y siento una gran euforia. No se puede comparar con nada. Quiero beberme la vida. Bailar, escribir, cantar, amar, ver a todos mis amigos, reír hasta llorar, ¡celebrar!

Biológicamente somos un milagro, mentalmente una alucinación.

Hoy es santa Cecilia, patrona de los músicos y de los poetas.

¡Feliz 22 de noviembre!

p.d. Gracias Amantis por recordar la onomástica

Cherokee

Todo sistema precisa de reglas, las reglas del juego. Y las reglas del juego cambian, pues uno se aficiona a no perder.

Pero si uno gana siempre, acaba aburriéndose. Todo buen jugador desea que los demás adquieran pericia y estrategia, que puedan ofrecer una buena competición. ¿Dónde está la gracia en ganar cuando los otros ni siquiera ofrecen resistencia?

Eso no sería jugar, sería dominar.Y los dominantes, todos sabemos, están fuera del sistema. No se puede jugar con ellos. En un momento u otro, se despeñarán, o los despeñaremos, por el abismo.

Eso es así.

Soy individualista. No creo en las multitudes. No creo en la colectividad. Creo en el asociacionismo concreto, para causas puntuales. No me gusta que me digan lo que tengo que hacer, lo que tengo que creer o defender. Nunca creí en los partidos. Cuando vinieron a reclutarme, vomité. ¿Cómo podían decirme que dijera?

Quizás en otra vida fui Cherokee.

La recesión va a determinar qué sucederá en nuestro país en los próximos años, pero que ello conduzca a un enfrentamiento entre nuestros pueblos, en vez de hermandad cultural, que conlleve un aumento de la violencia, en vez de mediación entre conflictos, que suponga una oportunidad para la ablación de nuestros derechos humanos, en lugar de una reflexión de austeridad necesaria, y que sirva la crisis como excusa para seguir destruyendo nuestra herencia, nuestra tierra, cuando podría reorganizarse la economía para rentabilizar nuestros recursos, esa es nuestra decisión mañana. Sí, otra vez. También. Siempre.

Sobra comida en el mundo. Toneladas. NO somos demasiadas personas. Las personas somos TODAS sagradas. Excepto aquellas que se manchan de sangre.

Somos lucrativos, somos divertidos, somos generadores de riqueza. ¡La riqueza no es una noche de champán con un puñado de putas!

La riqueza es la inteligencia, el humor, el amor, y esa manía por construir que tenemos los humanos. El miedo a la muerte no se borra con unas ganancias en la bolsa ni vendiendo armas que acabarán matando, aunque no sepamos muy bien a quién.

La muerte nos acogerá con dulzura si hemos hecho lo posible por hacer del mundo un lugar mejor.

Mi voto por un mundo generoso y limpio.

¡Tócame!

El placer de recuperar la vida después de dos semanas de dedicación.

Se necesita gran fe en el futuro para regalar de este modo lo mejor de una misma.

Supongo que eso es el trabajo público.

Lo defiendo aún, por muy cierto que sea que hay gente que se columpia. Como en todas partes.

Cambio mi posición y mi sueldo por el mismo perfil en la privada y veremos quien pringa más y quien cobra menos.

49 horas y aún queda mañana, sin horas ni vacaciones extra. Pero qué lujo llegar a casa y encontrarme a la Piva esperándome, gritando, tócame, ¡tócame!

Lo siento por las llamadas y explicaciones que debo, pero esta noche se la debo.

Aviso

Aviso: los nombres y lugares usados no corresponden a la realidad. Mi elección depende del valor estético que le dé. Si coincide con lo conocido, es por inspiración, en absoluto por deseo o necesidad (a falta de historias) de contar la vida de los demás.

Por extensión, las historias suelen ser fábulas.

Mamá, deja de preocuparte.

(Eso fue un ejemplo)

India

De mí, un 70% desea una vida cómoda, en la que se incluya el desarrollo de mis capacidades intelectuales y artísticas, me cuenta Molly, pero el otro 30% me exije aventura y no me deja vivir.

La vida se desliza rápido, todas mis amigas tienen hijos (yo no, le recuerdo y le recuerdo las amigas que tampoco los tienen) y al final, ¿por qué no? Nunca voy a escribir una novela, llego a casa exhausta después del trabajo, hambrienta, con frío, pongo la radio, me sirvo una copa de vino y a cocinar. ¿Qué queda? La cena, si acaso un polvo suplicado y a dormir, que mañana hay que madrugar.

Pero pierdes las cosas de perspectiva, le digo. Tienes tu casa, tu vida, eres libre y nada de lo básico te falta. No tienes que ir a por agua por caminos cochambrosos en los que varios hombres te violarán y quizás nunca regresas viva con el cántaro para tu familia.

Vale, ahora estoy deprimida, dice.

Bueno, no sé… Si crees que ir a India te va ayudar…

¡Me siento sola!

Pero, Molly, siempre lo vas a estar. Todos estamos solos.

Creí que Claudia jamás se quedaría embarazada.

Mol, no puedes hacer tu vida en función de lo que tus amigas y amigos están haciendo. Todos debemos seguir nuestro camino.

Pero ¿Qué es un camino? ¿Cómo no distraerse con atajos y senderos? ¡Cómo pensar que nuestra vida es lineal y lleva a un objetivo! Tía, ¡me aburro tanto!

You dreamed of a big star

Interstellar Overdrive (I)

Interstellar Overdrive (II)

Lejanas son las horas de tu despedida. Y fantasmales. Había en tus ojos una intensidad violenta y esquiva. Cada adiós, acaso definitivo. Lo dabas todo, siempre. Lo llenabas todo, siempre. Y la luz crujía y los sueños comenzaban y existía la imaginación. Misterios, juegos, risas.

Sí. Noviembre es para todos los muertos.

Niebla húmeda.

En las calles desembarca el aroma de leña quemada.

Ayer brindamos por ti. Discópolis nos ofrece estos días extractos de los álbumes remasterizados 2011 de Pink Floyd. Cuando sonó Welcome to the Machine, petamos los bafles.

Me preocupa especialmente que no puedas escuchar música. Dicen que los que se van, viven para siempre dentro de los que se quedan. ¿Significa eso que saboreaste los berberechos, que has notado fría el agua del mar en mis pies, que la luz de lluvia te está poniendo melancólico?

Nunca aceptaré que haya que morir.

I miss you.

(Santi, Ramón, Jali)

Burn mother fucker

Estar quemado es no poder más con la ficción de que la profesionalidad equivalga a decir a todo que sí y seguir echando horas a despropósitos en los que no se cree.

Eso sí, con toda la batería que compone la eficacia de una persona demasiado bien formada para la mierda que le pagan.

Y que encima te interroguen continuamente, como si no se fiaran de ti y te hagan perder el tiempo dando explicaciones mil, admitiéndote idiota terminal.

Joder, cada vez me da más envidia Merlí, qué hermoso modo de despedirse de todo y crear otro tipo de comunidad, lejos de tanto soplapollas, aunque como casi todo somos mujeres, debería más bien decir, lame-coños. Pero, en fin, en el fondo todas chupamos la gran polla cuyo nombre no puedo decir pero tampoco hay que echarle demasiada imaginación para adivinar.

Anyway, almost Friday. Quise llamar a mis amigas, pero estoy tan llena de veneno y tan cansada, que pá qué.

Esperando ansiosamente Saturday Night. Big reunion! ¡No veas la ilusión que me hace!

Propina

He ido a la pelu con el pelo limpio. Manostijeras me corta mejor en seco y de paso me ahorro unos euros. ¿Os van bien las cosas? He preguntado. Van tirandillo, ha murmurado. Las peluquerías, curioso, se resienten siempre las últimas. La gente siempre tendrá que cortarse el pelo. Somos como los dentistas. Mi hermano, sin embargo, trabaja en una editorial pequeña, al borde de la quiebra: Cuatro meses sin cobrar.

Dímelo a mí, he dicho, que por unos trabajillos que hice en una revista me llevan ya 13 meses de atraso en los pagos. ¡13 meses! No es que sea mucho, pero con eso me iba pagando el coche de segunda mano para ir a trabajar (toco madera) y ahora llego a fin de mes muy justa, o en negativo, que dos veces he tenido que pedir a crédito, lo que no me había pasado nunca… Y eso que he cortado todos los caprichos. Echo de menos comprarme zapatos nuevos, que llevo cinco inviernos con los mismos (bien conservados, eso sí) o tener un buen perfume, que vivo de muestras que no me gustan y a mí gusta Eden, de Cacharel. Además, soy una mujer de pecho, que sólo en lencería para todo el año se me van las pagas. Y ahora dicen que vamos a perder la de Navidad…

Inmediatamente me he sentido desagradecida, in memoriam de los que no tienen curro, ni lo han tenido en mucho tiempo, y ya se sabe por experiencia que las empresas contratan antes a quienes ya tienen trabajo que a los que llevan tiempo en el paro. Esas cosas inexplicables de nuestro mundo.

Manostijeras me ha visto apurada: si quieres corro la voz, de que necesitas algo.

¡Encima!

No, no… ¡Por Dios! ¡Eso para los que no tengan ningún sueldo! ¡Yo ya tengo el mío! Que no me quejo… Sólo es que antes podía hacer tantas cosas más y ahora… Bueno, ahora no puedo comprarme juguetes, eso es todo. Olvida lo que he dicho, me has dejado divina, gracias, ¿qué te debo?

Y al salir, me he sentido rata… ¿Hay que dejar propina en las peluquerías?