Cherokee

Todo sistema precisa de reglas, las reglas del juego. Y las reglas del juego cambian, pues uno se aficiona a no perder.

Pero si uno gana siempre, acaba aburriéndose. Todo buen jugador desea que los demás adquieran pericia y estrategia, que puedan ofrecer una buena competición. ¿Dónde está la gracia en ganar cuando los otros ni siquiera ofrecen resistencia?

Eso no sería jugar, sería dominar.Y los dominantes, todos sabemos, están fuera del sistema. No se puede jugar con ellos. En un momento u otro, se despeñarán, o los despeñaremos, por el abismo.

Eso es así.

Soy individualista. No creo en las multitudes. No creo en la colectividad. Creo en el asociacionismo concreto, para causas puntuales. No me gusta que me digan lo que tengo que hacer, lo que tengo que creer o defender. Nunca creí en los partidos. Cuando vinieron a reclutarme, vomité. ¿Cómo podían decirme que dijera?

Quizás en otra vida fui Cherokee.

La recesión va a determinar qué sucederá en nuestro país en los próximos años, pero que ello conduzca a un enfrentamiento entre nuestros pueblos, en vez de hermandad cultural, que conlleve un aumento de la violencia, en vez de mediación entre conflictos, que suponga una oportunidad para la ablación de nuestros derechos humanos, en lugar de una reflexión de austeridad necesaria, y que sirva la crisis como excusa para seguir destruyendo nuestra herencia, nuestra tierra, cuando podría reorganizarse la economía para rentabilizar nuestros recursos, esa es nuestra decisión mañana. Sí, otra vez. También. Siempre.

Sobra comida en el mundo. Toneladas. NO somos demasiadas personas. Las personas somos TODAS sagradas. Excepto aquellas que se manchan de sangre.

Somos lucrativos, somos divertidos, somos generadores de riqueza. ¡La riqueza no es una noche de champán con un puñado de putas!

La riqueza es la inteligencia, el humor, el amor, y esa manía por construir que tenemos los humanos. El miedo a la muerte no se borra con unas ganancias en la bolsa ni vendiendo armas que acabarán matando, aunque no sepamos muy bien a quién.

La muerte nos acogerá con dulzura si hemos hecho lo posible por hacer del mundo un lugar mejor.

Mi voto por un mundo generoso y limpio.