Monday, April 16, 2012

Intolerante a la lactosa


Entre agaves y juncos han explotado las amapolas. Crecen en los árboles, en las curvas, en la basura, en las rocas. Las amapolas son como los erizos en el mar. Nunca te acuerdas de que van a estar. Y qué fantásticas sorpresas nos depara la naturaleza, a nosotros, ineptos humanos, que inyectamos leche al salchichón, a la mayonesa, a la tortilla, a las croquetas, platos tú jamás hubieras infectado: ¡Al jamón! Abrase visto mayor crimen. Y de vacas que ya no quiero ni pensarlo, de dónde vienen, con esto de las cuotas. Que si compras lechera asturiana ¿acaso te crees que viene de Asturias? No. Que a lo mejor viene de algún sitio más cercano a Chernobil.

Y no voy a hablar de más crímenes, que para eso ya están las redes sociales. Nombre curioso, por cierto. Hacen que me sienta menos araña. Y a mí me gustaba sentirme araña.




No odio los lunes. Y no quiero que el mundo se acabe.


3 comments:

  1. Anonymous5:53 PM

    Diuen que el fil de l'aranya és, proporcionalment, el fil més fort que existeix. Ja ho diuen: actuem en xarxa, ha, ha, ha.

    ReplyDelete
  2. No deixa de ser un fil... I no una corda :-)

    ReplyDelete
  3. Las mariposas son amapolas que echaron a volar. Un viento las echó al mundo. Me gustan estas ensoñaciones suyas, le sigo, hágame una visita, no la defraudaré.
    Saludos
    Manuel

    ReplyDelete