No me siento representada por una
pandilla de chulos que usan las amenazas contra las comunidades
históricas, que van de moralistas con las mujeres (como si nos
importara un pimiento lo que piensan o creen, algo sacado de una
tumba polvorienta, sin duda), por una oligarquía, herederos de la
dictadura y sus privilegios, como si su única obligación fuera
devolver a este país a la oscuridad y el paraíso fiscal para los
ricos, que chantajean, roban, estafan, intimidan a la justicia,
eliminan los derechos de la ciudadanía, nos aplastan con decretos de
seguridad anti-democráticos, destrozan el camino hacia el
conocimiento, la ciencia y el progreso que tanto nos había costado
iniciar tras siglos de colonialismo inter-peninsular e inquisición,
menoscaban nuestra capacidad de recuperación con impuestos e
incrementos injustos, de vuelta a los diezmos medievales, y se mean y
se cagan en la libertad de las mujeres, pues debemos ser menos que
las mascotas, ya que es más difícil adiestrarnos, supongo, mientras
en los medios proliferan sus burlas y menosprecio a la ciudadanía,
en abierto y sin vergüenza alguna:
¡NO PIENSO OBEDECER!
Por no hablar del recibo de la luz!
ReplyDeleteAunque aún no nos hacen pagar impuesto por cada televisor que tenemos en casa, como en otros países... El día que salgan con esta idea, ¡ya verás como nos indignamos de veras!
DeleteLas niñas de los oligarcas abortan en secreto, en clínicas privadas, y luego van a misa, como si nada... (Es que el Dios de los oligarcas perdona todos los pecados)
ReplyDeleteAquí a salido la noticia por todas partes, lo lamento. Esa clase de gente no tiene remedio...
Y así era aquí hasta los ochenta y así volverá a ser... Quien pueda pagárselo, ¡a Londres o a Amsterdam!
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