He aceptado la evidencia:
yo no cuento la verdad. En muchas ocasiones, ni siquiera es que sea
mi verdad, es decir, que no se trata de un tema de subjetividad, de cómo veo yo
las cosas. No, no; tiendo a fabular hacia una realidad que me viene
bien al contar las cosas y que incluso supone para mí una revelación. ¿Por qué habré dicho que fui el jueves si fui el martes? ¡Un misterio!
¡A ver ahora quién me va
a dar trabajo!
Creo que me
sentiría mejor si volviera a leer a Nietzsche. ¡O las habichuelas
mágicas!
Bueno, en verdad no me siento mal. Dicen que aceptar es libertad.
Es probable que la palabra "jueves" te sonara mejor que la palabra "martes". Tal vez sólo se trate de una cuestión estética. A mí me suele suceder, eso de no decir la verdad, por cuestiones estéticas... Y si es por fabular, trabajo no te va a faltar. Con ese atributo podrías emprender una carrera política, dedicarte a la publicidad, o hasta llegar a ser Rey de España :)
ReplyDeleteja ja ja!!!! ¡Excelente apreciación! Besos
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