Por fin íbamos a ver la iglesia. Estábamos casi al fin del viaje y habíamos ido postergando la subida a la colina. Al llegar, aún avistamos en poniente los últimos arañazos sangrientos del sol. Y en oriente, magnífica sobre el mar, vestida de marfil y cuarzo, la luna llena de junio.
Nos adentramos en los jardines y encontramos un recogido cementerio, tropical e isleño. Las tumbas estaban decoradas con símbolos de amor y paz y pinturas tribales. Hice unas fotos que bloquearon la cámara y que nunca he podido ver. Por suerte, al llegar a casa y extraer la tarjeta, pude salvar las demás.
¡Qué casualidad! Comenté a mis compañeros de aventuras. No he tenido ningún problema hasta ahora, seguro que debe haber una explicación lógica. Y tan lógica, comentó Lorca, es viernes trece de luna llena y estás echando fotos a las tumbas del cementerio.
Sin esfuerzo,
ReplyDeletefui de la luna del agua,
a la luna del cielo. nocturno de F.G.Lorca
precioso, Amantis...
Delete