Vaya, pues me he enterado (¡demasiado tiempo después!) de la muerte de Paraguas en Llamas, Jordi Mestre.
Le conocí en el Astrolabi, ese barco de grandes músicos, poetas, escritores, actores. En la época, yo acababa de volver a la ciudad y bajo la insistencia de mi amiga Paula, comencé este blog, que entonces se llamaba de otro modo.
Jordi estaba en la barra.
En aquellos días, apenas se veía nada, dentro del Astrolabi, como
apenas se veía nada en ningún lugar. Todos fumábamos mucho, lo
quisiéramos o no. Jordi estaba con la Nueva. Mi hermano, que lo
conocía, exclamó: “Mira, está con La Nueva”. Era un fenómeno
verlos, allí, en el rincón donde terminaba la barra y dos
taburetes cabían justo antes de la puerta de salida. Fue la única
vez que lo vi. O que recuerdo haberlo visto. Los años en Gracia, y
en especial en Martínez de la Rosa, son una intensa comedia de
personajes y experiencias, sin fecha, sin acotaciones.
Es el Jordi, el de Paraguas en Llamas, me dijo mi hermano, ves a hablar con él, dile que tú
tienes un blog. Me daba
vergüenza. Y además estaba con La Nueva, una rubia espectacular, más alta, más guapa y más brillante que
cualquier otra persona del bar. Pero fui, lo felicité por
lo bien que escribía y por lo divertido que era. Jordi me
preguntó si yo escribía. Alguien entró por la
puerta y los saludó. Más gente vino a saludar. Y más gente. Y así,
hasta que Jordi fue una bola de cabellos en medio del follón.
No sé si las personas
que seguíais su blog ya conocíais la noticia. Quizás
publicasteis algo que me perdí. En cualquier caso, en mi ingenuidad,
yo pensaba que Jordi no publicaba porque estaba ocupado tal vez con más progenie, además de Umbrello y Fratello.
Espero que esté en buen lugar. Mis condolencias a la familia, a los amigos, a todos y todas que lo echáis de menos.
Aquí unos homenajes:
Yo lo seguía desde que empecé este blog. Me gustaba mucho su estilo tan ... suyo. Ni idea de que hubiera muerto. me dejas consternado.
ReplyDeleteSiento haber comunicado la triste noticia. Quizás no sea el lugar. Pero lo juzgué importante. Un abrazo.
DeleteNunca sé qué decir en estos casos. Es tan triste y absurdo... Creo que mejor dispararé un par de salvas de paraguas en su memoria.
ReplyDeleteA veces, lo mejor es pensar a lo grande, espiritual y anarquista, es decir, un día, todos estaremos en una gran fiesta, en un jardín espectacular, con el aroma de las gardenias, la orquestra cha-cha-cha y el resplandor de un eterno atardecer que será el preludio de placeres maravillosos, neverending. No habrá tristeza ni rencores ni guerras ni carreras ni peleas ni goles. Habrá arte. Arte por doquier. Y amor. Y muchas risas. Risas que nos mantendrán en forma. Risas como las que daba Jordi.
DeleteYo lo supe en su día, por casualidad, pero no quise decir nada. Me quedé hecho polvo, lo apreciaba mucho. Muy muy triste este asunto de morirse. Un saludo a todos.
ReplyDelete¡Era un genio! Un abrazo.
DeleteY cuéntate algo, anda ;-)
Su libro publicado es un pequeño milagro...
ReplyDelete