Blood of Eden

Existe la magia. Se llama copa de vino mientras la cena se cuece al horno. Esos quince minutos libres. Libres. Es el momento de bailar, de reír, de escribir las tres líneas significativas del día. Llegó hoy la compañía de Peter Gabriel, en un disco olvidado que sirvió para un viaje que iba a ser muy largo. Luego, las cosas no son como planeamos. No soy enfermera, tampoco. Ni azafata del aire. Tampoco soy Brooke Shields. Qué cosas. Pero a veces aún puedo reorganizar los elementos de la realidad y ver que, tal y como escogí, continúo en un collage.

Mis manos funcionan mejor que nunca.