Artículo publicado en elPeriódico.com 9/01/2010
Crónica desde Casablanca
El primer destape de la prensa marroquí
BEATRIZ Mesa
En la esquina del quiosco de la avenida Mers Sultan se arremolinan grupúsculos de mujeres. Van veladas y sin una prenda que ciña sus vergüenzas. Murmuran. Miran con sorpresa la revista femenina Femme du Maroc, que suele hablar de belleza y moda con una línea editorial feminista. Ninguna se atreve a cogerla con sus manos, con sus sagradas y pudorosas manos. Solo miran. Me acerco a ellas y salta a la vista la foto de Nadia Larguet, encinta y desnuda. Sí, desnuda. Es el primer destape marroquí, en la portada de los 11.000 ejemplares de este magazín. La primera mujer musulmana que aparece descubierta en un país en el que cuanto más púdico seas más cerca estás de Alá y del Paraíso. El mismo del que fueron expulsados Adán y Eva tras tomar conciencia de su desnudez.
El destape de Nadia no es baladí. La bella portada, expresiva y natural, era su desafío y el de toda una redacción femenina que pretendía desatar la ira islamista para llamar la atención sobre un asunto preocupante: la salud maternal. En Marruecos se producen 600 abortos clandestinos cada día y 1.500 mujeres mueren cada año en el alumbramiento.
Se trataba de remover conciencias, y Nadia, expresentadora de un programa infantil de la televisión pública 2M, sabía que apareciendo como Dios la trajo al mundo y mostrando con orgullo su hermosa barriga de ocho meses de gestación desencadenaría una marea de críticas del sector más conservador de la población, pero también sabía que su foto permanecería largo y tendido en la retina de más de un ciudadano. Objetivo conseguido.
El grupo de mujeres, tras mirar y sin tocar, se disuelve. Pero más tarde llega otro que sí compra. El propietario del quiosco ríe porque no hay mujer para la que la portada de Femme du Maroc pase inadvertida.
Los islamistas corrieron como locos a atacar el «desnudo» de Larguet, que tildaron nada más y nada menos que de «pornográfico» en el periódico que abanderan, Atachdid. Telquel, un semanario independiente, salió al paso en defensa de esta mujer que ha sentado un precedente en el camino de la libertad al que las nuevas generaciones se sumaron hace tiempo, sin muchos éxitos.
El semanario considera la foto «muy púdica» en comparación con lo que se publica en la prensa occidental y destaca que no hay «ni un solo elemento erótico en la misma» porque lo importante es el embarazo. Lo que salta inmediatamente a la vista no es otra cosa que la barriga redonda, una vida incipiente. Y eso, el «eructante» editorial de Atachdid no lo menciona ni una sola vez.
La reflexión de Telquel va más lejos: los que encuentran la imagen «perversa» son los verdaderos perversos, puesto que ven el sexo donde no está. He aquí –dice el semanario– el corazón de la contradicción de los islamistas: cuanto más busquen poner velos, ocultar, negar el cuerpo de la mujer, más la erotizan. Son ellos y no los partidarios de la modernidad quienes relegan a la mujer a la categoría de objeto sexual.
Falta una reacción. El marido de Nadia, el director general del Centro Cinematográfico Marroquí, Nuredín Saíl, está encantado con la pose de su mujer.
Diu un poeta anònim:
ReplyDelete"En mi pais, el hombre,
es el rey de casa
porque en la calle
no pinta nada".
Doncs, això, no és sexe sinó qüestió de poder, de dominació sobre el més feble.
¡Te has traído la luna pintada en la cabecera y al sol en esta preciosa foto!
ReplyDelete¡Cuánto equilibrio y cuánta esperanza para callar bocas!
Bruja
es curioso el valor de los símbolos, lo que en occidente se hace por estética, recuerdo el posado, por ejemplo, de Demi Moore, en Oriente es toda un afirmación de principios. la foto, aparte de reivindicativa, también es bonita.
ReplyDeletegracias por la información.