Mientras queden republicanos en Madrid, hay esperanza para esta península de pueblos que acordamos llamar España.
Más arrimar el hombro y trabajar juntos por el progreso. ¡Qué manía con enemistarnos los unos con los otros!
Sólo los pijos se pelean con el del pueblo de al lado por un rasgo de carácter (como puede ser la lengua).
El carácter nos hace. Compartirlo es crecer.
Gracias por ser antifranquistas, por salir a la calle, por apoyar a Garzón.
Gracias por ser antifranquistas, por salir a la calle, por apoyar a Garzón.
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