Cierto. No es justo que sólo nos encontremos en los funerales. Nuestra amistad se merece mucho más. Cualquiera diría que hemos dejado de querernos. Ya, pero es que las obligaciones pesan más que el deseo de encontrarse con quien no depende de nosotras. ¿Tú también tienes dependientes? Sí, también. Hay personas a las que les cuesta caminar solas. No sabría decirte qué he hecho en los últimos años, a parte de criar a mis hijos. Bueno, yo me salvé por los pelos de lo de las torres gemelas. Aunque perdí mi trabajo en la agencia de viajes. Todos los agentes de viajes en América perdimos nuestro trabajo. Ya ves, ¡Ya hace diez años!
Morimos de prisa.
Y nada más decir esto un coche a toda leche casi nos arrasa. ¡Quién nos manda quedarnos charlando en una esquina!
Así que buscamos un bar donde tomar unas cervezas (sin alcohol, que las dos conducimos lejos) y ponernos al día. Nos falta tiempo, ahora que calentábamos motores.
Por la mañana pongo a tope el Pop de U2 en honor a nosotras, de cuando sabíamos que cambiar el mundo estaba en nuestras manos, de cuando plantábamos árboles y bailábamos toda la noche a la luz de la luna en el jardín que cuidaba la señora Alba, en paz descanse, cuando marchábamos a recorrer la promesa de Europa.
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