Monday, March 19, 2012

10% descuento


Al entrar en la farmacia, las chicas han salido corriendo al mostrador:
— Sí, sí, es ella — ha dicho a las demás la que más me conoce.
— ¿Lo ves? ¿Lo ves? — Ha exclamado otra, dirigiéndose a la licenciada — ¡Te dije el otro día que era ella!
Las cuatro reían y me miraban y yo he preguntado:
— ¿Qué pasa?
— Te vendimos una crema el otro día — informa una, casi gritando.
— Y no te hicimos el descuento — dice la otra, a punto de estallar de júbilo.
— Ten — me extiende la chica que normalmente me atiende —, una bolsa con muestras y un euro con 12 céntimos de vuelta.
— Bueno — bromeo yo — tener fans debe ser parecido a esto.
Y se ríen y se vuelven saltando a la trastienda.
— Chicas — llamo —, ¡que necesito un medicamento!

5 comments:

  1. Anonymous10:22 PM

    ¿quién duda que hay personas honradas, honradas.? -amantis-

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  2. Y ser honrado da placer, obviamente...

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  3. qué buena onda! jajaja
    un beso.

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  4. Hermosa historia.

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  5. ¡Jajajaja! Espectacular.

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