Hace dos vidas, cuando vivía en el corazón del lugar donde
todo el mundo conocía a todo el mundo, leí el libro “Jack Frusciante ha dejado
el grupo”, de Enrico Brizzi.
En algún momento de la historia, el protagonista se deja
caer en bicicleta a gran velocidad por una impresionante pendiente y durante
minutos vives con él la extraordinaria libertad de estar fuera del tiempo, de la angustia, de la sociedad.
Quizás esto sucedió en otra novela, o en una película o en
un sueño. Me he acordado hoy, yendo en bicicleta, de esa libertad, de los años
de conciertos-descubrimiento: Sonic Youth, Red Hot, Radiohead, Nirvana, y de la
extraña melancolía, de la implosión, de salvaje energía interna
que no encontró el camino. ¿Una generación perdida?
No siento nostalgia, todo sigue más o menos igual. John
Frusciante siempre está dejando la banda y la niebla que cae es radioactiva.
¿cómo? ¿los años de conciertos han terminado? yo seguiré yendo a conciertos hasta que el cuerpo aguante (qué raro suena decir eso jaja)... por ahora voy a Radiohead el 17 de abril...
ReplyDeletesaludos!