Ya sé que podemos construir motores, ir a la luna, tirarnos
en paracaídas y, si se tercia, cagar tres veces al día. Pero lo que más me
maravilla es poder bailar. Quizás porque eso sí puedo hacerlo, quizás porque
tengo brazos y piernas y buenas caderas. Aunque recuerdo un video en el que un
chaval en silla de ruedas se pegaba un breakdance impresionante.
Pues eso, que cuando me decido a ir a la macrodisco a sudar
con la música de moda, resulta que la han cerrado. Tendré que buscar
alternativa, aunque tenga que desplazarme lejos. Lo que está claro es que a mí
no me vuelven a enredar para ir a una boîte de carrozones a hacer ver que se
baila con los Stones y Alaska.
Que no, coño, que yo quiero bailar de verdad. Bailar con un DJ que sepa mezclar vinilos y lleve cascos y ritmo, ¡mucho ritmo!, rollo Carl Cox, por nombrar un clásico. You know - Daaaaaaaaaancing!!! ¡Hasta sudarlo todo!
Que no, coño, que yo quiero bailar de verdad. Bailar con un DJ que sepa mezclar vinilos y lleve cascos y ritmo, ¡mucho ritmo!, rollo Carl Cox, por nombrar un clásico. You know - Daaaaaaaaaancing!!! ¡Hasta sudarlo todo!
Mientras tanto, me disfrazo lo mismo y reviento la
habitación.
Que te aprovechen los bailes.
ReplyDeleteYo hace demasiado tiempo que no voy a bailar.
Habrá que hacer un pensamiento...
Bruja
soy tan inseguro que no puedo bailar en público, pero al leerte percibo lo bien que te lo pasas, hasta me dieron ganas de reventar un poco. Un beso!
ReplyDeletePues es un buen método para exteriorizar :-)
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