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It happened one night |
Se hizo de noche. Parecía lógico, aunque el desasosiego
abundaba en estómagos y pulmones. Los barbudos reciclaron sus teorías y las
lanzaron al mundo. En la oscuridad, la gente hablaba más que nunca. Y más
fuerte. La mayoría se comunicaba a gritos y sólo unos pocos, alrededor de una
frágil candela, ejercitaban el susurro, para no olvidarlo.
Cada sábado, a las siete, todos lloraban; luego vendían sus
lágrimas a la destilería más cercana, a cambio de unas botellas con las que reirían
unas horas a la semana.
Esa idea de vender lágrimas es muy bonita, Gina, me gusta. Los barbudos también salen de copas de cuando en vez. Son de la escuela taciturna.
ReplyDeleteSalud
Manuel
Sí. Conozco algunos. Y a veces, lloran.
ReplyDeleteLos de la gomina también andan reciclando teorías, me consta.
ReplyDeletedisfruto mucho leer estas analogías que haces de los tiempos postmodernos.
ReplyDeleteLa atmósfera está espesa. Gracias por vuestros comentarios.
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