Monday, February 03, 2014

Santa María de Iquique

Era jueves, llovía, y después del recreo, en clase de francés, el profesor Alfonso, que tantas herramientas nos dio para usar la imaginación y ser libres, debió considerar que era el momento de presentarnos la cantata (que obviamente no tenía nada que ver con el francés, pero así era el espíritu de la época).

Permanecimos quietos, callados, cada vez más tristes. Sentimos juntos el dolor de la injusticia. Nada nos pareció más cruel que encerrarlos en la escuela con una falsa promesa y quemarlos vivos. Hombres, mujeres y niños.

Era sexto de E.G.B. Era diciembre. Yo estaba a punto de cumplir once años.

Los profesores tienen mucho que enseñar, no sólo la materia a la que fueron asignados.



4 comments:

  1. vitriol2:04 PM

    La cantata és un abans I un després a la història de molta gent

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  2. Doncs sí. Així és. I escoltar-la impresiona sempre, com si estigués passant ara mateix.
    "No sigan allí sentados, pensando que ya pasó".
    Gràcies per la visita.

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  3. Brutalmente didáctico...
    Apasionados recuerdos.
    Thanks!

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