Thursday, January 25, 2007

Piedra número diez: “enamoramiento”

Una persona chula sólo puede impresionar bajo los efluvios del enamoramiento, cuando tendemos a ser estúpidos y pasar por alto las señales claras que en el futuro significarán rechazo. Sin duda, al cabo de pocos meses, comienza a apreciarse la realidad. De la ceguera a la certeza sólo hay un paso. Y perpetuar el camino de la estupidez, en nuestra sociedad, es una tontería muy peligrosa. Es más, los gobiernos deberían firmar tratados de no proliferación de la estupidez humana y, ya puestos, de no enamoramiento.

Hay que añadir, también, que aquellos y aquellas que se lamentan porque sus parejas tienen suerte y les va bien después de ellos/ellas, sufren de ausencia de amor. No amaron, no saben amar, quién sabe si aprenderán. Esperaron algo a cambio y eso es comercio. Huelga decir que el amor poco tiene que ver con el comercio y la especulación y que si, en su sanidad, admite el juego, es sólo para hacer la vida más divertida, no para sufrir o hacer sufrir. Faltaría plus.

Sin relación con el objeto de esta piedra quedan, por supuesto, los casos de maltrato en cualquiera de sus vertientes.

El enamoramiento tiene que ver, quizás, con los encuentros y desencuentros entre niños y niñas que aún no han encontrado su rumbo en esta vida.

2 comments:

  1. sin duda a veces el enamoramiento nos impide ver las señales de un futuro rechazo, pero debo decir que en la fase ascendente el enamoramiento es estupendo, luego la realidad se encarga de decidir si sí o si no, en fin... no sé si cuestión de suerte o de saber elegir, ¿tú que crees, querida stella?

    paula

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  2. creo que el enamoramiento es un engaño, estupendo, eso sí.

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