Thursday, June 21, 2007

Los caballeros existen

Un asiento quedó libre cuando la muchacha de cabellos castaños despertó de su siesta al llegar a una estación. El caballero de la barba gris dijo al caballero de la barba negra: “siéntese usted, por favor”. Y el caballero de la barba negra contestó: “por favor, usted”. Ambos leían el periódico, ambos salían de trabajar. Eran algo mayores ya, debían estar cansados pero en el vaivén del vagón sostenían su cuerpo con elegancia. Los otros pasajeros eran más jóvenes que ellos. Muchos de los jóvenes y las jóvenes que estaban sentados, roncaban perdidos en su ensueño post-examen.

Una mujer se acercó desde el otro lado de la plataforma y tomó el asiento vacante. Una mujer ni fea ni guapa, ni joven ni vieja, ni maloliente ni perfumada. El caballero de la barba negra miró al de la barba gris y le dedicó una sonrisa de satisfacción. El caballero de la barba gris asintió con un gesto de aprobación. Luego continuaron leyendo el periódico, dignamente bamboleados por el movimiento.

2 comments:

  1. Y luego dirán de los barbudos.

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  2. Yo era de las que odiaba las barbas. Y al final, mira, siempre me acabo liando con barbudos ;-P

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