Es una de mis explosiones. Hoy mismo he llorado: de rabia, de impotencia, de estrés.
Pero llorar es como reír. Una no puede estar riendo todo el rato. De modo que me lanzo en picado, sin miedo y sin red, hacia todo lo que me pueda satisfacer.
Mi amiga: “¿Y si no puedes parar de llorar?”.
Rompo mis promesas y vuelvo a nacer. No he conseguido vivir sin culpa, pero cada día derrapo mejor en la curva de la frustración.
querida stella, hacía muchos días que no te leía, disculpa la ausencia, la vida que nos lleva...
ReplyDeletepero me ha encantado encontrarte en plena forma con este post tan bien escrito...
muchos besos!!!!!