Lo que pasa es que yo aún no he aceptado que te fueras. Y mucho menos eso que dicen, que desde donde estás nos ves a todos y te cagas de la risa. Hombre, que te rías me parece bien, pero eso de que lo puedas ver todo me da un poco de yuyu.
Parece que no voy a dejar de echarte de menos. Y no me despego del insuperable rencor hacia la niña maldiestra que fui, que metió tanto la pata cada vez que intentaba decirte cuánto te quería.
Y ahora, ala, a vivir.
Felices fiestas, bonita de la caja mágica.
ReplyDeleteLeo, leo...