Thursday, February 02, 2012

Vision Valley



Paraste el coche frente a mí. La puerta no funcionaba y tuve que llegar a mi asiento por encima de ti. De nuevo la chispa. Nos miramos a los ojos. Ibas a llevarme a casa sin saber si podríamos llegar. La nieve comenzaba a colapsarlo todo. Nuestro aliento era espeso y blanco. No te funcionaba la calefacción.

— Déjalo — dije, sin acabar de sentarme, una pierna aún encima de ti —. Lo mejor es que espere a ver si pasa algún tren.

Me pasaste un brazo por la cintura, hundiste tu rostro en mi estómago y respiraste hondo, temblando.

— Javi… No quiero esto. Es muy incómodo.
— Sólo un beso — dijiste tú.

Hace tres años, hace siete, ¡hace veinte! Pero no ahora, ahora soy feliz en el amor.

— No — dije—, un beso nos haría daño.

Pareció que te resignabas. Me senté y me abroché el cinturón. No tenía opciones. Moría por llegar a casa y ya había perdido sensación en las piernas.

Luego el viaje fue laborioso y lento, deslizándonos por el hielo y en cada curva admirando la vida al otro lado, tan perfecta y absoluta…

5 comments:

  1. así se llama el amor de mi vida, Javi.

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  2. Qué gozo el presente de tu "así se llama el amor de mi vida". ¡Saludos!

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  3. Sí, qué pesaditos nos ponemos los tíos a veces.

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  4. Ah, que no te he dicho que me ha gustado mucho tu relato. En ciertos aspectos me ha recordado a Carver. La última frase te quedó memorable.

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  5. ¡Hostias C.B.! ¡Me has puesto nerviosa! Gracias. Algunas cosas las aprendo de ti...

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