Monday, December 10, 2007

Estrella mecánica

He subido a tender la ropa pero la vecina del ático ha llegado corriendo tras de mí y como sólo hay dos cuerdas nos las hemos tenido que repartir. Cuando coincidimos, hacemos ver que somos simpáticas la una con la otra, pero siendo las únicas que usamos el terrado, la competencia y la antipatía son obvias. Además, ella me acusa con indirectas de robarle las pinzas, que siempre deja olvidadas, como soldados a la espera. Mi amenaza. Por culpa de un invitado suyo nos desaparecieron dos semanas nuestras sábanas favoritas.

En fin. El motivo real por el que la odio es porque está buena que te cagas, es rubia natural y siempre está feliz. Tiene una de esas sonrisas suecas, serenas y un acento de lo más sexy. Circula por la escalera en camisón arrapado y semitransparente (incluso en el viento de hoy) y más que adivinarle, le veo todo. Además se presenta con un cesto precioso mientras yo arrastro una cutre bolsa de basura gris. Sin mencionar que voy bien abrigada con un chándal hortera y los pelos sin peinar.

Con la inseguridad y fragilidad en que vivo como puedo estas extrañas tardes de viento salvaje, de luz inacabable, de cielo ensordecido de aplausos triunfales, sólo me faltaba la vecina rubia. Luego un avión cruzó lentamente la atmósfera pura. El sol inmortalizó su estela dorada, el tiempo hipnotizó una estrella de Navidad mecánica.

3 comments:

  1. jajaja... me imagino la escena...

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  2. Yo tiendo la ropa en un patio interior. Lo único interesante en esos momentos es que averiguo qué está cocinando cada vecino. Y también puedo saber cuántos vecinos están usando su WC. Ni punto de comparación con tus encuentros con la vecina descocada.

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  3. Y no será envidia por estar "buena que te cagas"?

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