Sunday, September 07, 2008

Piedra primera: humildad

Como en el surf, esperando la próxima ola. ¿Has asegurado los pies en el equilibrio de tu columna? El mar ruge. La adrenalina no desciende, quisieras dejar de pensar. Ahora, toda esta energía no sirve para nada. Concéntrate en el viento, en el sol, en las nubes, en las montañas al otro lado de los pueblos, donde las ardillas saltan en las ramas y las abejas aún coleccionan néctar. Si el mundo explotara en una flor, me echaría en la hierba a observar las criaturas puras, las que no necesitan electrodomésticos. Siempre estamos leyendo, aún sin darnos cuenta. Quizás sólo aprendemos lo necesario para poder entender el mensaje de la próxima compra. He imaginado nuevos inventos, cosas que necesito y que no existen. ¿Eres consciente de lo que realmente necesitas? Ahora dejo crecer el cabello. Es un arte, la belleza austera. Cuentan de un hombre que murió a los ciento noventa en perfectas condiciones físicas y mentales. Vivía lejos de toda polución, en lo alto de una colina. Se fue voluntariamente, porque en esta vida ya no podía aprender más. Los días son partituras del tiempo, que no existe. El amor que existe, no se escribe. Ha llegado el momento de pasar a la acción. La filosofía se origina en nuestras imperfecciones psicológicas y morales. Y sin embargo, nacemos perfectos. A la luz del universo, eso es nada, ni siquiera hueso. La acción es el vacío. Girasol, halcón, nieve, arrollo, musgo, tierra, corazón, alimento. En los sueños encontramos respuestas. Asumimos imposiciones por cobardía. O por pereza. No soy una esclava. Soy criatura de la naturaleza. Vuelvo a comenzar, desde el principio. Aparto todo. Ahora conozco mis piedras. Y comienzo con esta.

1 comment:

  1. No Has podido escoger mejor piedra sobre la que cimentarte, todos deberiamos construirnos a partir de ella.

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