De modo que estoy en el tren disfrutando del paisaje y tengo enfrente a una horrenda mujer, a la que intento no mirar directamente a los ojos porque se le transparenta la mala vibra: una chafardera como muchas había en el pueblo de donde vengo, que se dedican a crear enemistades y conflictos inexistentes entre los vecinos; pues va la intrusa y después de hacerme sonrisas y ojitos buena parte del viaje, se sienta a mi lado y sin pedir permiso me agarra el brazo:
- Perdona eh, pero es que no puedo aguantarme más de hablar contigo, verás, mi hija tenía una nariz como la tuya y se fue a un cirujano muy bueno a Barcelona y la han dejado monísima.
- Me alegro.
Viendo que no me interesa en absoluto y que miro hacia la ventana, ignorándola como intentamos ignorar a los estúpidos, aunque siempre logran entrar en casa, insiste:
- Es que claro, con su trabajo, lo necesitaba…
- ¿Ah sí? ¿De qué trabaja?
- Es secretaria en una notaría y claro, con tanto cliente…
- Ya
- Pagando, eh, se lo hizo pagando.
- Mujer, ¡namás faltaría!
- Pues sí, sí, y cuando te he visto, he pensado, se lo tengo que decir, porque es que a mi hija le ha ido tan bien…
- Pues si va tan bien, ¿Por qué no se va a usted a que le hagan un apaño?
Y encima se fue ofendida. La verdad, ni siquiera solté mi bestialidad.
Sí que es verdad que escribes de lo que ves... Yo a veces escribo de lo que veo a tientas por dentro... Pero en el pueblo seguro que voy a escribir de lo que veo. Will see...
ReplyDeleteBesitos!
Besitos guapa, buen viaje!!!
ReplyDeletea esta (señora)(como ella hay a montones) tu con mucha educacion y en un perfecto ingles como el tuyo y mucho sentido del humor (tu lo tienes) le hubiera dado una buena respuesta. entonces su nariz si que hubiera aumentado de tamaño pues se habria quedado no con " 1 palmo de narices" sino con 5 o con 6 palmos
ReplyDeleteque mala soy, pero por meterse donde no le llaman. petons anna.
ha ha! That's right!
ReplyDelete