Monday, December 15, 2014

Invasión de hormigas y tormentas en diciembre


La primera mañana lo habían cubierto todo, en la cocina. No quedaba una sola superficie. Los fogones, la cafetera, la madera del pan (limpia), el fregadero, el trapo de cocina. Las limpiamos, las echamos por el desaguadero, aplicamos producto en los lugares estratégicos y llegamos tarde al curro. El sábado por la mañana despertamos con una cocina reluciente y respiramos a salvo mientras preparábamos el desayuno con normalidad. Hasta que abrimos los cajones para pillar un par de cucharillas. Invadidos. Un manto negro en ebullición que se movía frenéticamente. Abrimos y estaban en todos los cajones. Esto fue bastante más laborioso de eliminar y nos llevo casi todo el día. El domingo ya nos acercamos a la cocina con aprensión. Pero abrimos cajones, armarios, inspeccionamos los cubículos y todo estaba limpio. Preparamos el desayuno con la perspectiva de un día blanco, liso, relajado. Hasta que después de comer descubrimos que había una plaga increíble dentro del lavavajillas y alrededor, como si pretendieran comérselo por dentro y por fuera. Desesperada, llamé a mi amigo el biólogo que nos aconsejó que lo mejor era dejarlas hacer su trabajo, que ya ellas solitas se iban después. Al fin y al cabo, lo que estaban haciendo eran tareas de limpieza, sino estuviéramos en casa, ni siquiera nos hubiéramos enterado de su presencia.

Fácil de decir, imposible imaginar cómo cocinar sin poder tocar ni los mandos. Quizás deberíamos habernos ido de casa y dejarlas, pero, ¡qué coño! ¡Ni siquiera pagan su parte del alquiler! Pusimos producto a conciencia, sellamos la cocina y, eso sí, salimos a cenar.

Por la noche llegó la tormenta, con truenos y todo. Nunca había visto tormentas en pleno diciembre. Ni hormigas. Normalmente dan por saco en septiembre y octubre.

Será interesante ver cómo salimos de esta, y no me refiero a mis problemas domésticos, sino a los cambios que se avecinan.

 

2 comments:

  1. Es un desfalco por una buena causa, Gina. El que han hecho con el país la plaga de los políticos tiene más difícil solución.

    Salud

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  2. Muy buenas, Mr. Marcos. Pues sí, acabaremos todos en patera hacia Islandia. ¡Saludos!

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