(Châtelaudren)
Dicen que la Navidad no está de moda. Navidad es el centro de una época que comienza en otoño y termina en primavera. Es la celebración de la luz que se va y que vuelve. Nos encontramos en las casas buscando calor, después de las aventuras de verano. Existen ciertas complicaciones, siempre. Cómo organizarlo para no herir los sentimientos de nadie, por ejemplo. Cómo escabullirse cuando en verano no hubo escape alguno. Cómo mirar a la luces de la calle y no sentirse culpable, por las obvias razones que todo el mundo sabe.
Llego a casa de unos amigos que no conozco todavía y la sorpresa se convierte en una fiesta. Es romántico que suceda junto a un árbol de Navidad en una cabaña perdida en la montaña, bajo la lluvia, rodeada de niños que se revuelcan de risa en pijama por el suelo. Pero sucede cada día, cuando la Navidad la vivimos porque sí, como una forma de vida.
Ya sé que este es un post sentimentaloide y un poco cursi (en mi línea), pero esta noche en particular, la tentación era aún más fuerte de resistir.
Bueno, a quién no le gusta la Navidad. Incluso me gusta a mí, que siempre digo que la odio.
ReplyDeletea mí la navidad me mola, stella blue, además este año voy a estar por aquí así que la celebraremos con la segunda familia que son los amigos, no?
ReplyDeletete veo mañana, para ir celebrándola, vamos