Errol, mi profe, dice que llevo un pentagrama en la frente, pero que eso no me ayudará a cantar mientras no suelte la mandíbula. ¡Ah… Soltar la mandíbula! El santo grial. ¿Cómo se aprende eso? Involuntariamente me paso el día y la noche succionando. Y creo que desde que nací. ¿O es antes que comenzamos?
Hay semanas en las que poco importa lo que lleves dentro porque la acción se te lleva, como un tornado. Como una ola, que diría Rocío Jurado.
Cosas del estrés.
Voy a ver que no se me queme la tortilla de patatas.
Ya le di la vuelta. Olé qué arte.
El caso es que se está bien hoy. Medio nublado, vientecito. Ahora, cuando acabe la tortilla, subiré al terrat (hoy no encontré rivales) a recoger la ropa.
¡Qué fantásticos menesteres que contar! ¿Verdad? Ahora veis porque no escribía.
Una persona muy querida se salva, así, de la noche a la mañana. Y en el trabajo he aprendido a delegar.
Ingrid, libre.
Zapatero no parece preocupado.
Creo que me merezco playa este fin de semana.
te mereces mar, querida stella!
ReplyDeletemuchos besos!