La Concha

Franco no la dejaba salir de España para ir a las fiestas de cumpleaños de Pablo Picasso, cosa que la diva jamás comprendió. Así que un día se hizo mexicana y se casó en EEUU por lo civil. ¡Ciao ciao retrógrada España!

Es muy extraño cuando las leyendas se van, porque siempre estuvieron marchando.

En el Raval de Barcelona encontraréis el bar La Concha, al que también se le llama “bar de Sara Montiel”. Buena música, cócteles y shishas, que aún estaba permitido fumar cuando fui hace un año. Las paredes enteras están empapeladas con fotos de Sara. Sublime en cada una de ellas. Conciertos, películas, rodajes, fiestas, cuadros, objetos personales... Todo un museo donde una vez celebré (por casualidad) con mis mejores amigos que volvía a ser libre.

Para ser una mujer de “aquellos tiempos”, Sara supo vivir la vida, y fue referencia de muchas mujeres que querían ser libres como ella, incluida mi abuela, que era de la misma quinta.

Luego lees a insensatos (que van de sabios)... Pero bueno, no es este el momento de hablar de Umbral. Ni de Margaret. Pobre Sara, ¡qué coincidencia!

http://www.youtube.com/watch?v=FRRlZfX2H6Y