Cuando un amigo hace algo interesante nada recompensa tanto como estar allí.
Jueves, siete de la tarde en FNAC de Diagonal Mar, entro en el mundo de zoológicos de emociones y aventura (¿debería llamarlo “emológico”?) de Edmundo Marino. Como he visto la evolución desde cierto momento, me importa y me enorgullece ver sus temas crecer, su sonido compactarse, su voz tomar rumbo hacia las nubes. Y eso que aún no han comenzado la vida en la carretera.
Unas horas más tarde llego al Astrolabi a la media parte de los Con-versos, ese fantástico dueto que te extrae de tu pequeña vida mediante una poética inmersión en el mundo real, aquel que existe de guerras y engaños, de pasión, de lírica, de corrupciones gubernamentales, buenos textos, buena música, las mejores improvisaciones humorísticas que he visto en escenario. Una genialidad, vaya, para reír, para llorar, para debatir, reflexionar y nunca quedarse indiferente.
Viernes: J abre su galería-café El Armario (Riereta 11, junto al Llantiol), un espacio salón de tu casa-ven a tomar lo que quieras-hay buenos cuadros-charlaremos un rato-qué cómodos sofás y sillones-ven de rollo tranquilo, por favor, que no se quejen los vecinos-disfruta de una buena atmósfera, buena música-y para ir al baño, atraviesa el armario, aparta el telón y comienza el viaje de retorno a tu imaginación.
tengo que ir al armario, al final el sábado no me dio tiempo.
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