Saturday, July 21, 2007

Bicing

La calle es ácida. Sus pulmones catapultan nueces mórbidas. Una colilla se arrastra encendida. Los hombres me disgustan. Las mujeres me avergüenzan. Es ese día del mes en que la humanidad me repugna, con todas sus razas y colores, modas y olores, lenguajes y peculiaridades. He caminado todo el día, con la ilusión de estrenar mi tarjeta bicing. No hubo suerte. Sólo una vez encontré una bicicleta, pero tenía la rueda pinchada. La tarde me sorprendió fría y barroca en el Parque de la Estación del Norte. Tenía rumbo, pero mi cuerpo seguía su propio ritmo. Creciendo de agua, sin substancia dentro. Por fin llego a casa, todas las visitas terminadas. Y hay silencio, extrañamente, en los balcones abiertos.

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