Wednesday, July 11, 2007
Genes
Mi mundo creció el día en que vi a Mindi. Corrí a saludarla con alegría, sin pensar, sin recordar. ¡Era Mindi y quería abrazarla! Mindi me reconoció al instante y nos encontramos en histeria, sin pensar que quizás no hacía años, si no sólo meses, que no nos habíamos visto. Nos sentamos en una terraza a tomar una cerveza y comenzó el descargue de novedades y preguntas. Pronto nos dimos cuenta de que algo fallaba. “¿No eres Mindi?” pregunté. “¿No eres Isabella?” preguntó ella. El mundo de los genes es amplio. Durante el rato que duró nuestra bebida hablamos con efusividad de aquella otra persona que pensábamos que la otra era. Luego nos despedimos con cariño, pero bastante extrañamente.
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Me gusta. Es como aquello de... creo que de Pere Calders que dice algo así como: "Se parecía tanto a un amigo mío que hasta él se confundió y me saludó".
ReplyDeleteCreo que por ahí tienes una muy buena historia similar... Y es que se trata de un error común. Como dirían en inglés: "honest mistake".
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