Hubo alguien en la carrera que evitó los edificios y cruzó el desierto de ceniza hasta el mar. Por el camino encontró las señales de locos que dormían en las cavernas. “La próxima vez”, decía uno de los carteles, “trae un poco de vino”. De todos modos, no fue el ganador. Una mujer que dijo haberse tomado una poción que la ayudaba a volar llegó la primera. De la salida a la meta envejeció once años. “No vale la pena”, dijo el caracol que nadie se había comido, “total, al llegar antes, sólo ganas el tiempo que perdiste intentándolo”.
Uff...
ReplyDeleteBruja