Toda la semana me atormentaron las pesadillas.
La semana que viene apadrino, no sólo a un niño, sino a un anciano también. En el Tíbet, que a pesar de ser machistas (¿y dónde no?), por lo menos son pacíficos.
Más dinero ya no me sobra.
Viajo en tren, en metro y en bicicleta. Consumo un tercio del agua que el resto, ¡desde siempre! (en las montañas me educaron así) Y me ducho cada día, que conste, pero con tres minutos (total) basta.
Como sólo la carne necesaria para no tener anemia y no me paso el día tragando maravillas que me harán adelgazar.
Compro sólo lo que necesito de verdad y procuro que sea en el mercado o artesanal.
Reciclo todo lo que puedo (y por reciclar entiendo seguir usando hasta que ya no se puede más).
Uso cosméticos cuyo proceso de fabricación desconozco, es cierto, pero es que tengo la piel delicada.
Cuando tengo tiempo prefiero ver a los amigos, ir a un concierto, leer un libro que –ya casi me da migra repetirlo – ver la TV.
Y no hay que olvidar que cuando llegue a mayor no tendré hijos ni nietos que se ocupen de mí, ni un techo, ni –probablemente- una pensión.
Así que déjame en paz, conciencia, que no he hecho mal a nadie, que cuando veo a un hijo de puta, se lo digo a la cara sin miedo, aunque arriesgue un trabajo, un amor, un amigo, una vida.
Yo si tuviera niña (pero me temo que no va a ocurrir), le prohibiria jugar a Barbie y Ken.
ReplyDeleteMe hicieron crecer con la idea que lo mas importante, es tener pareja, trabajo y niño.
He leido demasiados libros de amor (clasicos) y hasta ahora, esperaba mi principe azul...y un trabajo tambien.
Pero viendo como hoy el Sistema mata miles de personas al día, extingue especies, deforesta, censura, es imposible no sentir odio contra el.
No se puede esperar a un príncipe azul, hay que ir a por el ;-)
ReplyDeleteEl sistema somos todos. El consumo responsable es algo que podemos hacer. ¿Sabes qué hace el banco con tus pocas monedas mientras crees que llegarás a fin de mes?
Saludos.